Cada vez quedan menos concursantes y la final empieza a vislumbrarse más clara. Los Cayos se están vaciando y esto trae como consecuencia los pensamientos de triunfo. ¿Quién será el ganador de ‘Supervivientes 2025’? ¿Se imagina Pelayo Díaz siendo el gran protagonista de esa triunfal noche?
“Ganar este concurso no es solo levantar un cheque, también es un trofeo simbólico”, opina la psicóloga Lara Ferreiro. “Es una transformación emocional, es una experiencia límite. ‘Supervivientes’ te enfrenta a tus miedos, a tu imagen pública y revela tu verdadera esencia”.
Quizás muchos no se imaginan alzando el cheque, pero el asturiano sí. De hecho, cuando concedió una entrevista exclusiva a Lecturas, tenía clarísimo que él iba a por todas y que no se iba a conformar con menos que la victoria. “El resto se ha hecho caquita al saber que voy”, dijo con confianza. Una seguridad en sí mismo, que, como ya hemos analizado con anterioridad, a la vez es su gran punto fuerte y su talón de Aquiles.
Pelayo Díaz siempre ha conseguido todo lo que se ha propuesto
“Pelayo es un personaje polarizante, adorado por unos, criticado por otros. Genera afilias y fobias. Él tiene una personalidad autoexigente y un carácter potente, que le ha llevado siempre a conseguir todo lo que se ha propuesto”. Es verdad. Díaz, reto que se ha propuesto, reto que ha logrado.
Siendo adolescente se quiso entrar en una de las universidades más exigentes del mundo, y no solo lo consiguió, sino que, además, se graduó. Tras cursar moda, hizo prácticas en algunos de los talleres de costura más exclusivos, entre ellos, el de la firma Alexander McQueen. Otro logro más desbloqueado. Cuando se abrió primero un Fotolog y después un blog quiso llegar a lo más alto de una profesión que recién comenzaba. Lo hizo. Fue uno de los primeros influencers que se encargaron de profesionalizar las redes, haciendo entender a todos que el trabajo iba más allá que, simplemente, posar para las fotos.
Tras eso, quiso más, dar el salto a los medios tradicionales. Durante 3 años fue uno de los jueces de ‘Cámbiame’, el programa de las transformaciones de imagen que fue todo un éxito en su día y gracias al cual llegó a dar las Campanadas desde la Puerta del Sol para Telecinco. Hito tras hito. Hace unos meses deseó ganar ‘Supervivientes 2025’ y ahora puede estar a punto de ver materializado ese último sueño.
'Supervivientes' podría tener un efecto transformador en él
“A él le gusta gustar. Siempre busca esa validación externa”, desgrana la experta en Psicología. “Si ganara esto engordaría mucho su ego, que estaría por las nubes, pero esto también le enfrentaría a sus propios fantasmas”, advierte Ferreiro, autora de '¡Ni un capullo más! El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta'. Durante el concurso, como decimos, Pelayo ha sido de extremos. Un concursante polémico cuyas actuaciones no siempre han sido entendidas ni comprendidas. Su egoísmo a la hora de repartir la comida ha chocado con lo visto en anteriores ediciones, lo que la ha valido críticas feroces. Pero enfrentarse a toda esa animadversión, en lugar de debilitarle, puede hacerle aún más fuerte si lo sabe encajar de la manera correcta.
“Haber hecho frente a la soledad, al rechazo… le haría más fuerte porque se da cuenta de lo que ha pasado. Creo que sería transformador para él. La gente le ha tachado de superficial, pero él, después de Honduras, puede sentir que el programa ha tenido un efecto terapeútico sobre él. Ponerte una situación de extrema de hambre, de aislamiento, de convivencia forzada… es una terapia de choque. O bien te vuelves muy maniático y fóbico y nunca más vuelves, o todo lo contrario. Te vuelves sensible, valoras más las cosas profundas, a la gente que quieres, sabes adaptarte a la incertidumbre. La sensación que para él va a ser un cierre perfecto, un antes y un después en su autoimagen”.
¿Podría la victoria hacer de él un tirano?
Aun así, Lara advierte de algo que le podría afectar, psicológicamente, al padre de Vidu en el caso de que ganara ‘Supervivientes 2025’: “podría enfrentarse al síndrome del ‘yo invencible, se creería que podría con todo”.
Y esto, en sí mismo, no es malo; el problema viene cuando esto nos transforma al extremo y nos lleva a comportarnos como tiranos. “Él con esa base que tiene de ego, espero que no. Creo que se mostraría menos receptivo a las críticas, le podría bajar el tema de querer ser el centro de atención, de ser más empático. Su carisma televisivo estaría en el mejor momento de marca. Se volvería invencible y él podría utilizarlo para cumplir su sueño de ser padre, quizás lanzar una marca de moda… Pelayo es un ave fénix. Él siempre sabe cómo transformarse y resurgir”.