El pasado 2 de julio Rocío Carrasco vivió un momento muy especial. La hija de Rocío Jurado por fin pudo inaugurar en Chipiona el museo dedicado a su madre. Aquella noche contó con la compañía de familiares y amigos que pudieron disfrutar de forma privada de este lugar en el que están expuestos muchos de los recuerdos de la cantante. Y desde el día siguiente, el Museo Rocío Jurado abrió sus puertas al público para que desde entonces todo el que quiera pueda visitarlo y hacer un recorrido por la trayectoria de la artista. Ahora Rocío Carrasco puede presumir de tener motivos para celebrar porque, según fuentes cercanas a ella, la afluencia de visitantes está siendo un éxito.

Artículo recomendado

Rocío Carrasco revela cuál era la verdadera relación de Fidel Albiac con sus hijos y sus hermanos

Fidel Albiac y Rocío Carrasco

Tal y como ha podido saber nuestra revista, alrededor de 300 personas visitan el Museo Rocío Jurado cada día. Esto ha supuesto que en la primera quincena de julio, el número de visitantes haya ascendido hasta los 2.000. Una clara muestra de que había muchas ganas de que Rocío Jurado tuviera un espacio dedicado a ella en el que sus seguidores pudieran disfrutar de muchas de sus pertenencias y recordar algunos de los momentos más destacados de su vida. Así que Rocío Carrasco puede estar contenta porque los seguidores de su madre están respondiendo bien a este proyecto del que su madre estaría orgullosa.

Rocío Carrasco

Rocío Carrasco durante la inauguración del Museo Rocío Jurado.

Gtres

Con estos datos y teniendo en cuenta que Chipiona es un lugar con mucha afluencia en verano, todo apunta a que las cifras no van a bajar, todo lo contrario. Es justo señalar que el Museo de Rocío Jurado es una iniciativa personal y que no cuenta con tanta visibilidad como una institución situada en capitales de provincia, por lo que la enorme afluencia que está registrando es un claro motivo para congratularse y apostar por su desarrollo y, quién sabe, por futuras exposiciones relacionadas con la figura de la artista. Esta es, sin duda, la mejor recompensa que Rocío Carrasco puede tener después de años luchando por abrir el Museo Rocío Jurado. Porque seguro que para ella no hay nada más importante que ver cómo su madre sigue siendo tan querida y admirada aunque hayan pasado ya dieciséis años de su fallecimiento.