Tranquilo, lo que se dice tranquilo, no está siendo el viaje en el que se ha embarcado Paz Padilla junto a Jesús Calleja. La presentadora de 'Sálvame' ponía rumbo a la República de Benín, al oeste de África, para vivir toda una aventura vital y que podremos ver en la siguiente entrega de 'Planeta Calleja'. Si por algo es conocido este país es por ser la cuna del vudú y, claro, Jesús no iba a dejar que Paz se fuera sin presenciar y participar en este culto.
Hasta ahora todo habían sido sonrisas, bromas, estar en contacto con personas maravillosas y niños llenos de vida. Incluso , hasta justo antes de este ritual, la presentadora se animaba a marcarse un 'twerking' al más puro estilo Miley Cyrus con los habitantes del lugar, tal y como ha mostrado en un vídeo el aventurero. Sin embargo, la situación se iba poniendo intensa, no solo por la música tribal de tambores, sino por un enorme personaje cubierto de tiras de colores que cada vez se movía, danzaba y a girar más y más rápido.
Paz decidía entonces sentarse junto a Jesús. Su marido, Antonio, no les estaba acompañando en esta ocasión, aunque también se encuentra en Benín, tal y como hemos podido ver en las imágenes del equipo de 'Planeta Calleja' celebrando su premio Iris a la Mejor Producción Televisiva. La actriz de 'LQSA' se encomendaba a la virgen cuya imagen llevaba colgando del cuello, como avanzando el terror que iba a sentir durante la ceremonia.
Que documenten el rito, pocas imágenes hay, salvo las que tomó previamente Calleja y una aislada compartida por Paz. Sin embargo, Padilla lo ha confesado: "No he pasado más miedo en mi vida, no he podido dormir". Parece que más que nunca, 'Planeta Calleja' se ha convertido en 'Cuarto Milenio' pero, para no alarmar más de la cuenta a los suyos ha tranquilizado a su hija: "Anna, cariño, que estoy bien, que no tengo cobertura en el móvil, pero estoy bien". ¡Menudo gancho se han marcado Paz y Jesús de este enigmático viaje! Ahora nos morimos de ganas por ver qué ha sucedido realmente para que a Paz Padilla le haya sido imposible pegar ojo.