Ni siquiera en Jueves santo descansa Sálvame. ¿Quién mejor festivo que acudir al programa donde mejor se lo pasan los colaboradores? Ya puede estar medio país de vacaciones, disfrutando de las procesiones, la playa o el esquí, que la corrala de Jorge Javier no para nunca. Paz Padilla ha sido la encargada de llevar sobre sus hombros la presión del directo -ejem- y sorprender a todos los espectadores con un comienzo inesperado. Una visita que ha emocionado a la presentadora hasta puntos insospechables...

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Anna Ferrer Padilla

'¿Esto es Sálvame? ¿Qué está pasando?'. Si hay un programa capaz de sorprendernos, ese es Sálvame. Siempre se inventan algo para dejarnos pegados a la silla. Este Jueves santo lo han vuelto a conseguir. Mientras los telespectadores esperábamos el arranque de mano de Paz Padilla -Carlota ya había anunciado en sus redes que se marchaba de vacaciones-, nos encontrábamos con un presentador diferente. ¿Otro fichaje? Más bien un homenaje a alguien que nos ha acompañado durante muchos años en televisión.

El veterano José María Carrascal era el encargado de presentar el programa. Nunca antes habíamos visto al periodista hablando de Carmen Gahona o la autoentrevista de Jesús Manuel. Si es que lo que no consigan las cabezas de Sálvame... Paz Padilla no podía contener la emoción al ver a todo un referente tomando las riendas del show. La presentadora aguantaba el tipo mientras Carrascal soltaba sus clásicos chascarrillos y demostraba lo que es la profesión y el manejo de las cámaras. No en vano, lo ha estado haciendo toda la vida.

Es un honor tener a un maestro de la comunicación aquí”, confesaba Padilla en su entrada en plató. “Hace tiempo que se retiró pero nunca se retira del todo”. Carrascal llegaba a Sálvame para presentar su último libro y aprovechaba para presentarse a esta bonita colaboración. Los grandes son grandes siempre. En cualquier circunstancia.