Paula Echevarría ha dado un manotazo en la mesa. Está harta de que se le cuestione cada foto que pone en sus redes, desde dónde y cómo las toma, hasta lo que en ellas etiqueta. No son pocos los usuarios que se han fijado que estas vacaciones ha empleado más que nunca el localizador de Instagram, para dejar bien claro a toda su ‘audiencia online’ dónde se encontraba veraneando. Parecía tratarse de una colaboración en toda regla, así como aquellas que también realiza con las firmas de tecnología o de accesorios de la que es imagen. Ante la ‘avalancha’ de críticas, Paula ha respondido.

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“Missing the beach #EnMadridHaceMuchoCalor #YElAsfaltoNoMolaTanto”, esta primera parte del comentario era solo un recordatorio de sus recientes vacaciones, lo que de verdad tiene ‘enjundia’ viene en los siguientes hashtags:” #EtiquetoDeDondeSonLasCosasPorqueMeLoPreguntan #NoEsPubli #SiLoEtiquetoMaloSiNoLoEtiquetoPeor #NuncaLlueveAGustoDeTodos #PuesQueLluevaAMiGusto #BuenDiaParaTodos”. Acabar un ‘manotazo en la mesa’ deseando buen día hace que sea un ‘manotacillo’ pero Echevarría ahí lo deja. Parece que está cansada que sus seguidores crean que todo lo hace movida por la publicidad, y no, que ella cumple un servicio fashionista público, cuidado. Cansada de tener que contestar de dónde es cada prenda, o en dónde se encuentra, pues prefiere etiquetarlo y listo. Así da un servicio como it-girl mucho más eficaz. Ella sí que sabe pensar en sus ‘followers’, que le han respondido arropándola: “Publi o no, se agradece que digas de donde son” o “Y si fuese publi olé tu.... Que todos si pudiésemos embolsarnos un dinerito o regalos por publicitar cositas lo haríamos 😘😘😘😘”. Aunque, aún así, con todo el revuelo de las etiquetas que se ha montado, todavía hay quien no se entera: ”Me encanta el vestido!!! De dónde es?”. Santa paciencia la de esta ‘influencer’.