Tras las primeras horas de incertidumbre y preocupación acerca de su estado de salud, Antonio Carmona se encuentra fuera de peligro, aunque permanece ingresado en la UVI. El excantante de Ketama se encuentra sedado después de sufrir una serie de complicaciones médicas a causa de una infección en la garganta. Su mujer, Mariola Orellana, respira tranquila y se recupera del susto que han tenido todos con Antonio, que no corre ningún peligro.

Inés Ballester desde 'Amigas y conocidas' ha podido hablar con Mariola, quien ha aclarado cuál es el estado de salud en el que se encuentra su marido. Y las noticias no pueden ser más esperanzadoras y reconfortantes para todos.

La mujer del artista ha reconocido que no existe una certeza de las verdaderas causas, pues a los primeros síntomas que empezó a presentar Antonio "no le dimos importancia, pero ahí lo tenía". Como no hay mal que por bien no venga, la consecuencia directa de este proceso de curación y de recuperación es francamente gratificante, pues "va a cantar mucho mejor y va a estar mucho mejor".

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Mariola ha vivido horas de auténtica angustia con su marido y está deseando que salga ya de la UVI y del hospital, "porque no puedo verle más ahí, la verdad", confesaba sobrecogida por la imagen de su marido entubado. Carmona no ha estado en ningún momento solo en estas difíciles circunstancias. Además de Mariola, ni sus hijas ni su madre no se han separado de su lado. Y es que la alarmante situación les había cogido a todos en plena celebración de su nominación a los Grammy Latinos. "Ha sido un shock muy grande y es muy angustiante", confesaba y le ha nacido empatizar con otras personas y familias que se encuentran pasando por la misma situación que ellos.

La representante de artistas ha explicado como fueron los momentos más críticos a los que se tuvo que enfrentar su marido: "Al estar entubado, las vías respiratorias le obstruyeron la traquea. Estaban por hacerle una traqueotomía pero, por suerte, porque el médico es un fenómeno, pudieron meterle el tubo y entonces ya le pusieron la respiración asistida". Mariola se da con un canto en los dientes, porque si la solución hubiera sido una traqueotomía "le hubiera destrozado".

Después de los nervios, asegura que "todo está muy bien y es una cosa muy normal, lo que pasa es que es aparatoso tener el tubo ahí metido y estar así en una sedación, pero es que no podría soportar el dolor de tener un tubo".