Paula, a pesar de sus 18 años, ya sabe lo que es enfrentarse a un serio problema de salud. Con solo 14 años fue intervenida de un cáncer en una de sus piernas y esto le dejó, más que secuelas físicas, secuelas psicológicas. En su mejoría ha sido fundamental la figura de Dulceida, quien con sus vídeos y fotos, le ha transmitido toda su alegría de vivir. Aída Domenech ha sido, por tanto, fundamental en el ‘Cámbiame’ de hoy, pero, además de llevarse el buen sabor de boca por haber ayudado, también se ha llevado a casa una pequeña ‘reprimenda’.

“Quiero saber por qué dices que Dulceida te cambió por dentro”, preguntaba Natalia a la joven ‘cambiada’. “Empecé a ver vídeos suyos, ver cómo atendía al público, su personalidad, su naturalidad… me llegó. Me dio a entender que la vida es una y hay que vivirla”. Después, la estilista ha querido saber si había leído algún libro, algo que no había hecho la joven. “Está muy bien tener ídolos, pero no hay que perderse por el camino, porque, al final, eso que te deslumbra, la fama, la popularidad… no es oro todo lo que reluce, porque tengo un trabajo que me encanta, pero lloro como tú, siento como tú, tengo días buenos y días malos, y eso no se palpa en mi foto de Instagram”. La canaria quería hacerle entender a la adolescente que no hay que fijarse tanto en las vidas ajenas e idealizarlas, sino lanzarnos a vivir las nuestras.

Pero Natalia aún no había terminado su discurso. “Lo único que le reprocharía a Dulceida, y mira que la conozco y le tengo aprecio, es que HAY QUE ESTUDIAR ¡HAY QUE ESTUDIAR! Que yo con eso me enfado”. Ferviú sacaba a relucir el pasado de mala estudiante de la influencer, que, alguna que otra vez, se le ha sido criticado. La catalana abandonó los libros muy joven porque no estaba interesada en tener una formación académica, de hecho, no acabó la enseñanza secundaria obligatoria en el instituto, y se puso a trabajar de inmediato.