Hace tiempo que vemos a Kiko Hernández muy cambiado. Poco queda de aquel concursante de Gran Hermano y colaborador cañero y borde que conocimos, y tiene un por qué. Este 2017 ha sido un año especial para Hernández, ya que ha vivido el primer año de sus dos hijas, las gemelas Abril y Jimena, algo que le ha cambiado por dentro y le ha hecho entender muchísimas cosas. Pero, además, también hemos podido observar como Kiko mutaba por fuera.

Y es que el colaborador ha perdido ni más ni menos que 13 kilos en los últimos meses. ¿Cómo lo ha hecho? Su secreto no es otro que el que recomienda todo nutricionista: cambiando su alimentación y haciendo ejercicio muy a menudo. “La alimentación la cuido muchísimo ahora. Me veo mucho mejor ahora”, explicaba el ex granhermano durante de la post-cena navideña de ‘Sálvame’. Pero lo más sorprendente es que Hernández ha alcanzado su objetivo con las navidades de por medio y sin subir ni un gramo. "No me ha engordado ni la Navidad ni Nochebuena ni nada. Yo creo que ha sido el frío de la puerta del sol, pase tanto que se me metió en el cuerpo", añadía.

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Kiko Hernández

¿Pero por qué Kiko ha decidido perder tanto peso ahora? El colaborador no fue demasiado específico con sus razones. "Los he perdido porque hacía falta perderlos", decía. Sin embargo, es cierto que la llegada de sus hijas ha puesto su vida del revés. Ahora pasa mucho más tiempo en casa y está más pendiente de su alimentación para ver crecer a sus hijas, algo por lo que merecen la pena todos los esfuerzos. “Tengo una familia maravillosa que vive a mi lado y nos vamos apañando [...] La recompensa es la leche, maravillosa, simplemente por la mañana ver esas miradas y esas sonrisas, recompensa, aunque no duermas en toda la noche", confesaba cariñoso.

Lo cierto es que la llegada de Abril y Jimena, que cumplirán un año el próximo 19 de enero, le ha cambiado su caracter y en los últimos tiempos hemos notado es más dulce que nunca.