Mila Ximénez atraviesa un momento de cambio. En esta entrevista, la más sincera que haya concedido nunca, reflexiona sobre su intensa experiencia en televisión y sus compañeros de programa, pero también abre por primera vez la estruendosa caja de truenos que fueron los peores años de su vida: los posteriores a su separación de Manolo Santana. Este desnudo emocional tiene como escenario su renovada casa de Madrid, que muestra por primera vez en su totalidad.

Tus nietos son tu vida.
Mi hija Alba y mis nietos son lo primero. Preparo la casa para cuando Alexander venga aquí con sus amigos, me encantaría que hiciera de este hogar su cuartel. En Israel tiene 12 primos y me da mucha envidia porque aquí en Madrid no conoce a nadie y por el idioma se siente un poco desubicado.

¿Crees que te exiges demasiado?
Siempre creo que puedo hacer algo más. Con la televisión me he divertido mucho, pero también he sufrido muchísimo. La televisión es muy dura, a veces me he sentido muy sucia, otras veces me he reído.

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Mila Ximénez


¿Te apoya tu hija Alba en tu trabajo en ‘Sálvame’?
Tengo el apoyo y la admiración de mi hija Alba y eso me compensa de muchas cosas. Respeta mi trabajo, se siente orgullosísima. Eso me da la vida. Para ella es una liberación que haya salido de aquel agujero negro económico, que sea libre. Tuve una pareja durante muchos años, él vivía en Marruecos y siempre me preguntaba: “¿Tú de quién huyes?”. Cada vez que había un pequeño roce, hacía las maletas y me iba. Me pasa en el programa: a veces surge el conflicto, no lo puedo controlar emocionalmente y huyo.

¿Es lo que te acaba de pasar al anunciar prematuramente que fuiste despedida de ‘Sálvame’?
Creí que había sido así y no me importó decir que estaba despedida.

Tienes tendencia a la autodestrucción.
'Sálvame' es muy vertiginoso y para alguien como yo, que se tira con tanta facilidad por un precipicio, es muy peligroso. Hay gente que lo lleva con mucha tranquilidad, pero yo soy muy peligrosa conmigo misma: lo sé y me produce mucho pavor. Ha habido días en los que no quería salir de la cama, mi habitación era mi búnker y pensé que estaba sufriendo una depresión. La he vivido en mi familia y me espantaría. Llegaba un sábado a casa y me veía 12 capítulos seguidos de una serie

Podrás ver las fotos de la casa de Mila y leer el resto de la entrevista en Lecturas.