Mariló Montero ha tenido que esperar dos años y medio para escuchar a Pablo Iglesias, líder de Podemos, pedirle disculpas. Sin embargo, la actitud del político y el escenario en el que ha escenificado su justificación ha dejado con la misma sensación agridulce que cuando tuvo lugar la que consideró una enorme falta de respeto. Así, la periodista se ha mostrado muy crítica con Iglesias y no ha quedado nada satisfecha como ha expresado en conversación con Carles Alsina durante su programa radiofónico 'Más de uno' (COPE).

Tal como ha recordado la expresentadora de 'Las Mañanas' de TVE, el 23 de julio de 2016 salieron a la luz un cruce de palabras entre el secretario general de Podemos y Carlos Monedero, en el que Pablo habló de Mariló en unos términos muy desafortunados. La comunicadora recuerda: "Él dijo: "La azotaría hasta que sangrase".

Dos años y medio después, Iglesias ha declarado en control del Senado sentir "vergüenza de haber hecho una broma machista imperdonable". Sin embargo, para Montero tan importante es el contenido como el 'papel' en el que va envuelto y ha analizado lo significativo que le han parecido las formas del político en su rectificación.

"Su comparencia en el Senado parecía más bien una comedia, porque estuvieron riendo y recitando incluso. No me pareció serio", ha afirmado. Asimismo, ha señalado el hecho de que Pablo Iglesias haya pedido disculpas y no perdón: "Él ha elegido muy bien en pedir disculpas y ha evitado pedir perdón. (...) Disculparse de algo es que no sientes lo que has hecho. Y perdón es que te arrepientes de algo que reconoces la responsabilidad de haber hecho".

Pero si ha habido un aspecto que aún continúa ofendiendo a Mariló es la falta de apoyo que recibió cuando se produjo la ofensa, algo que aún le quema en la memoria. "Nadie, o absolutamente casi nadie, salió en mi defensa en el momento en el que el "me too" estaba en efervescencia. Ninguna mujer ni compañera ni compañeros salieron a defenderme de lo que había dicho el Sr. Iglesias".

"Eso es lo que realmente me ofende: el silencio que hubo. Que se le quitara hierro a lo que dijo a una periodista, a una profesional. Y que ahora vaya a una comisión del Senado en la que, encima de hacer bromas, se esconde en un bolígrafo, en no mirar a los ojos, en risas y en recitar versos. Me parece absolutamente hilarante y muy ofensivo.", se lamenta.

Si bien es consciente del carácter personal en el que se produjeron las palabras del líder de Podemos, Mariló, que ha recordado que Pablo "nunca accedió a darme una entrevista", ha incidido en que no la ha llamado personalmente y en que fue una falta de respeto, "pues aquella conversación se estaba desarrollando dentro de una negociación profesional".

Aprovechando que Iglesias, en aquella charla con Monedero, también se describió como "un marxista algo perverso convertido en un psicópata", ha reflexionado al respecto: "Un psicópata carismático se distingue por falta de empatía, por mentir, porque tienen un talento para la manipulación de los demás, porque son egocéntricos e incapaces de sentir remordimiento. Él se define constantemente, y yo creo que hay bastante de ese perfil psicológico en el Sr. Iglesias".