María Teresa Campos se ‘venga’ de sus hijas Terelu y Carmen por su difícil carácter

La presentadora, algo molesta por el trato que sus hijas Terelu y Carmen le daban a la nutricionista, ideó un plan para martirizarlas un poco…

Las Campos
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Una cosa es irse unos días a una clínica detox para perder un poco de peso y otra, muy distinta, hachero acompañado de alguien que se pone morado de comida delante de tus ojos. ¡Una tortura en toda regla! Terelu y Carmen Borrego se trasladaban a un centro en Málaga para hacer dieta y ejercicio y se llevaban a María Teresa Campos y a su amiga Maite de compañía. La presentadora se molestaba un poco al ver el trato que sus hijas le dispensaban a la nutricionista y, azuzada por Maite, ideó una pequeña venganza…

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María Teresa Campos

¿Usted ha tenido unas pacientes como estas?”. María Teresa Campos se apiadaba de María José, la nutricionista de la clínica detox a la que habían acudido Terelu y Carmen. Tanto no comer, tanto ver pasar los platos, a las colaboradoras se les hizo especialmente difícil mantener la serenidad. Claro que ¡a ver quién es el guapo que tiene buen carácter tras llevar varios días comiendo solo batidos! No se lo pusieron fácil pero la doctora aguantó el tipo como toda una profesional.

María Teresa se enfadaba al ver algunas de las respuestas que sus hijas le daban a la nutricionista y decidía dar el paso. Animada por Maite, la presentadora organizaba una pequeña jugarreta para el último día de estancia: unos churritos con chocolate para desayunar. Y todo delante de Terelu y Carmen, que llevaban ya tres días sin probar bocado. “Nos da igual lo que comáis”, aseguraba Terelu muy digna.

Sin piedad, María Teresa y Maite disfrutaban de su desayuno. “Están blanquitos, como a mí me gusta”, salivaba Terelu. Las colaboradoras de Sálvame tenían un smoothie de frutas del bosque para rematar su paso por la clínica pero tampoco es que les hiciese mucha ilusión. ¡Menos mal que María José se apiadaba de ellas! A la nutricionista le parecía un poco fuerte que estuviesen comiendo churros delante de las pobres pacientes.

Ya se han ido las fieras de la montaña”, exclamaba la presentadora cuando sus hijas se retiraban a pesarse por última vez. Se quieren con locura pero, a veces, no se soportan nada. Como en todas las familias.

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