Las últimas noticias que llegan acerca de la salud de David Delfín no podían dibujar un peor escenario. Su madre María González ha explicado la preocupante recaída que ha sufrido su hijo en las últimas semanas y que tiene angustiado a su círculo íntimo, que ha asumido la misión de animarle y de arroparle en la lucha que está librando.

La última vez que vimos al diseñador en público fue para despedir a su gran amiga Bimba Bosé, que falleció a causa de un cáncer a los 41 años. A David le tocaba entonces lidiar contra los tres tumores cerebrales que padece con el mazazo de su pérdida. Aparecía en el tanatorio en silla de ruedas, con un aspecto muy delicado. Su madre acaba de confirmar que no está mucho mejor y que la muerte de Bimba le "removió mucho".

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El diseñador no se permitió faltar

“Mi hijo está muy mal. Se le ha paralizado ya media parte de su cuerpo. Hay que darle de comer, porque la mano no le responde y estamos todos muy afectados”, explica María a Amparo de la Gama en el portal de noticias Vanitatis.

Como cualquier madre viendo a un hijo en unos momentos tan duros, lo único que desea es que el tiempo que le queda de vida, no sufra. Lo que ella ve es que el futuro es desesperanzador, donde sobrevive a su hijo pequeño de 46 años, que se apaga a destiempo. “Él no quiere que le vea así. No le gusta que esté allí y sufre por mí”, ha explicado con gran aflicción.

María, que es modista y que fue la 'culpable' de que a David Delfín le picara el gusanillo de la costura y de la moda, ha contado también cómo conocieron en casa que padecía cáncer. “Hace dos años, en fin de año, que vino a pasarlo con nosotros, empezaron todas sus dolencias", ha narrado haciendo hincapié en que su hijo siempre ha sido muy sano, "fue a ducharse y empezó con unos dolores muy fuertes en la pierna derecha. Fue al médico y le informaron que padecía tres tumores en el cerebro”.

En todo ese proceso, familiares y amigos han estado codo con codo con el diseñador afrontando esta dura batalla. Pero por encima de todos, destaca su pareja, el fotógrafo Pablo Sáez, que se ha volcado en sus cuidados y está más unido que nunca a él. Tras ser operado el pasado abril, era Pablo el primero en realizarle unos bellos retratos con los signos de la intervención.

Todo el cariño y el apoyo que está recibiendo, impulsan a David Delfín no solo a seguir adelante, sino a seguir creando desde el amor. En su última y creativa acción llamada '#BimbaForever, empapeló Madrid con el rostro de su musa para visibilizar y recaudar fondos por la lucha contra el cáncer.