Ha sido una tarde muy complicada para Lydia Lozano. La colaboradora tenía que enfrentarse a un fantasma del pasado que llegaba a Sálvame para disculparse por sus enfrentamientos. Una presencia misteriosa que hacía que saltasen las alarmas y los nervios. ¿Quién se atrevía a entonar el mea culpa y redimir sus pecados? El asunto no pintaba bien pero en cuanto ha aparecido Amablito en plató, Lydia se ha vuelto loca. ¡No era para menos! Después de lo que le hizo, aún pretendía hacer borrón y cuenta nueva...

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Lydia Lozano

Todo en Sálvame es un misterio. De repente, Jorge Javier anunciaba que alguien iba a estar en el plató para disculparse con uno de los colaboradores. Una cuenta atrás aparecía en el pantallón con la cara de los posibles 'elegidos'. Uno a uno, iban tachando los que no tenían cuentas pendientes y los nervios se instalaban en Sálvame. ¿Quién podría estar detrás de todo eso? Lydia Lozano ya se olía, desde el primer momento, que tenía muchas papeletas. No se equivocó.

La colaboradora había recibido la visita de Amablito, aquel cubano que aseguró que había tenido tema que te quemas con ella durante un viaje que había hecho a la isla acompañada de su marido. Remover el sufrimiento ya fue, por aquel entonces, un duro golpe para Lydia, así que cuando ha visto al susodicho no se lo podía ni creer. Amablito llegaba a Sálvame con intención de arreglar su historia pasada. O eso, al menos, era lo que teníamos entendido.

“Hola Lydia”, comenzaba el mensaje. “Soy Amablito, quería pedirte perdón. Lo hice en un momento en que me influyeron varias personas. Me dijeron que podía ganar dinero. Espero que me perdonas y podamos volver a ser amigos”. Claro, a la colaboradora no la hacía ninguna gracia. “Yo no he sido amiga suya”, puntualizaba. Era evidente que Lydia no tenía intención de perdonarle nada.

La colaboradora iba subiendo el tono con cada una de las palabras de su enemigo. “He venido a pedirte perdón. ¿Me das un beso?”. ¡Casi se vuelve loca! Amablito de arrepentido no tenía nada. Lejos de hablar con humildad, incluso le hacía bromas del dinero que había ganado en el Deluxe. Le dio para montar un restaurante en Cuba. “¿Cómo se llama?”, preguntaba Jorge Javier. “¿Casa Lozano?”.

Belén daba la cara por Lydia y acusaba a Amablito de tener muy poca vergüenza. Lo mismo hacían Terelu, Mila y todos los colaboradores presentes en plató. Desde luego, no gana para disgustos. Por suerte, Lydia ahora está fuerte y le ha plantado cara a su pasado. ¡Claro que sí!