No puede estar más feliz. Se nota que la vida de Kiko Rivera ha dado un giro radical. No solo en lo que respecta a su físico, más que evidente, sino también en cuanto a su tranquilidad vital. El hijo de Isabel Pantoja se encuentra en un momento de calma y sosiego. Está muy contento junto a su mujer y sus pequeños, su faceta profesional va viento en popa y los problemas familiares de antaño parece que están más relajados. Ahora, el DJ aprovecha los días de Semana Santa en compañía de sus tres hijos...
Kiko Rivera es un hombre nuevo. Tan solo hay que echar un vistazo por su perfil de instagram para comprobarlo. Desde que se sometió a una intervención para acabar con el sobrepeso que arrastraba durante años, su vida es otra. El hijo de Isabel Pantoja lleva ya semanas presumiendo de nueva figura en cualquier momento. No solo ha reducido perímetro abdominal, sino también ha mejorado su salud. Una revolución total que ha contagiado de optimismo otras facetas de su vida.
Ajeno a las polémicas de su familia -su hermana Isa sigue en el ojo del huracán y su prima Anabel no pasa un día sin estar en televisión-, el DJ se encuentra centrado en disfrutar de sus pequeños. En unas fechas tan especiales para Kiko como la Semana Santa, ha podido contar también con la presencia de su hijo Francisco en casa -su madre, Jessica Bueno, se encuentra realizando una labor solidaria-. Tener a todos a su alrededor ha hecho que se sienta el más afortunado del mundo.
Conocedor de la importancia de fomentar la relación entre hermanos, sobre todo cuando no pueden vivir juntos cada día, Kiko aprovecha todo momento para que sus hijos tengan contacto y se sientan queridos. “No existe un amor tan verdadero como el de hermanos”, escribía en su instagram junto a una imagen de sus hijos Francisquito y Ana. “Aunque, a veces, nos equivocamos, es puro y de corazón”. Todo un padrazo, les daba el consejo más útil a su pequeños: que se quieran y se respeten. “Papá os ama”.
Quién te ha visto y quién te ve. Kiko ha sentado ya la cabeza y poco queda de aquel joven alocado que no paraba nunca quieto. Tener una familia a su cargo ha hecho que se convierta en otra persona.