Lydia Lozano daba un serio golpe sobre la mesa. “¡No puedes jugar tan sucio!”, gritaba desde su silla. ¿Qué estaba pasando? La colaboradora interrumpía la sección del club del espectador de Kiko Matamoros para contar una información que le afectaba. Algo que sacaba de quicio al colaborador y acababa convertido en un auténtica batalla. Si es que no hay una tarde tranquila en Sálvame... Y menos para Lydia Lozano.
Un nuevo episodio en la vida de Kiko Matamoros. El presidente del club del espectador tenía que hacer frente a una información de Lydia Lozano. “El jueves por la noche, el señor Matamoros estaba en un reservado con una chica de unos veintipocos años y se lo pasaron muy bien”, explicaba la colaboradora. “Se besaron”. Matamoros guardaba calma durante los primeros minutos pero se veía venir que la cosa no terminaría demasiado bien.
“No voy a dar por buena una mentira”, respondía con aparente tranquilidad. “A veces voy a cenar con una chica sola, eso no lo niego, y que haya podido tener relaciones desde que me separé, tampoco, pero hay cosas que dices que son verdad y otras que son mentira”. Al colaborador no le había hecho ninguna gracia que Lydia se lanzase y se la devolvía sacando trapos sucios del pasado de su compañera. “Yo he estado en la cama metido con esta señora”, afirmaba en referencia a Lydia.
“¡Saca las fotos payasa!”, le gritaba Kiko para tratar de desmentir a Lydia, pero no se iba a salir con la suya. “¡No se puede jugar tan sucio!”. Matamoros había insinuado que tanto Lydia como él habían estado en una cama junto a Cristina Tárrega y su hermana pero que no había pasado nada sexual. “Mi marido lo sabía y la tuya no”, respondía Lydia ante el aplauso del público y de sus compañeros de plató.
Finalmente, Matamoros prefería cambiar de tercio y dejar el tema. No sea que, finalmente, salgan todos salpicados...