Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Con un fuerte rugido comenzaba Katy Perry en Barcelona su gira por Europa . ‘Roar’ ponía a bailar a todos los fans de la cantante, que emergía en el escenario de un prisma gigante, haciendo referencia al título de su último disco.

 

‘Prismatic’ prometía mucha diversión y estamos seguros que no decepcionó a nadie, ya que con la estadounidense están garantizadas las melodías pegadizas así como el espectáculo. 1200 espectadores vibraron en el Palau Sant Jordi durante las dos horas que duró el show, en el que Perry demostró que, más que una diva de la música, es toda una show woman, capaz de generar entreteniendo con cada uno de sus movimientos.

 

La que fuera la estrella del intermedio de la última Super Bowl estuvo divertida, graciosa y trató de hablar en español con sus fans, pese a que confunda la gastronomía típica catalana con la mexicana… “¡Buenas noches! ¿o buenas tardes? ¿noches o tardes? ¿noches? I love nachos!”, gritaba. A nosotros también nos gustan los nachos, pero un pequeño dato, hubiera quedado mejor que dijeras “i love pan tumaca” o “I love paella”. Cualquier cosa hubiera sido mejor que nombrar a los triángulos de maíz cuyo origen es mexicano.

 

Después de su saludo, Perry dijo que le debía esta visita a la ciudad, ya que hacía mucho que tenía pendiente una actuación en Barcelona. Además, y como gesto con los barceloneses aprendió a decir una frase en catalán: “Estuc feliç d’estar a Barcelona”, que se la enseñó un fan en pleno concierto.

 

¿Algo mejor que las bromas de Perry? Sus looks. La cantante tuvo numerosos cambios de vestuario a lo largo del show. De un conjunto con luces LED pasó a un disfraz de Cleopatra, una gatita presumida (adora estos animales), un conjunto con smileys, un vestido blanco con capa (diseño de Valentino), un mono celeste, sujetadores con palmeras… como veréis, nada apto para gustos clásicos.

 

¿Queréis ver el cómo se las gastó Katy Perry sobre el escenario? No os perdáis entonces este vídeo grabado en pleno concierto.