Judit Mascó presenta a Romita, su hija adoptiva, que cumple 18 años

La top de los 90 adoptó a la adolescente cuando apenas tenía año y medio

Actualizado a 15 de abril de 2019, 17:47

Judit Mascó preparó, con enorme cariño, la entrada en la mayoría de edad de Romita. Su hija cumplía 18 años y ella quería que la celebración estuviera a la altura. Además de ‘despixelarla’ en redes, ella y su marido, Eduardo Vicente, fueron a cenar a un exclusivo restaurante de Barcelona.

Su primer posado

El primer posado de Romita ante los medios fue en la pasada edición de los Premios Gaudí, donde acudió junto a sus hermanas mayores, María y Paula, la pequeña de la casa, Clara, se quedó en casa. La modelo siempre ha sido muy reservada en lo que respecta a su vida íntima y familiar, por eso, este posado fue de lo más impactante.

Siempre volcada con su hija

Entonces no pudimos conocer el rostro de Romi, como la llaman cariñosamente en casa, puesto que aún era menor, pero ahora todo cambia.

Las felicitaciones más esperadas

Judit ha colgado en redes sino es la primera foto con Romi, sí una de las primeras. La top no acostumbra a subir instantáneas con sus niñas y prefiere mantenerlas al margen. Con Romita ha tenido estas palabas: “18 primaveras, te quiero mucho, hija”.

Cuando solo era un bebé

La presentadora de Supermodelo adoptó hace 17 años a Romita en Haití, el país de origen de la adolescente. Cuando Judit y Eduardo incorporaron a la bebé a su familia, el matrimonio ya contaba con 2 hijas. Entonces Romi, con solo 18 meses, pasó a ser la pequeña de la familia.

Una celebración de lujo

Judit y Eduardo celebraron la mayoría de la joven con una espectacular cena en el hotel Mandarín Oriental de Barcelona, un súper lujo que compartieron “mano a mano solo con ella”. Juntos soplaron velas y le desearon una vida plagada de felicidad y éxitos.

Una familia muy unida

El matrimonio siempre tuvo muy claro que, además de tener hijos biológicos, deseaban adoptar. El proceso para adoptar a Romita fue largo, y sus dos hermanas mayores estaban deseosas de conocerla. "Aunque la adaptación es difícil, porque la niña viene de un orfanato, y tiene una falta de cariño y de estímulos enorme, rodeada de otros niños todo está siendo mucho más fácil", contó en el año 2003.

Tras Romita volvieron a ampliar la familia con el nacimiento de Clara.