José Coronado: "Fui un niñato gilipollas"

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Anoche José Coronado y Felipe González inauguraron el ‘Chester’ de Pepa Bueno. La periodista sustituye a Risto en el programa de entrevistas y ha querido contar, además de con el expresidente, con el actor que estrena mañana la segunda y última temporada de ‘El Príncipe’. Con Coronado charló sobre su infancia, de lo feliz que fue de niño al ser el más mimado de la casa, porque era el único hermano varón, y de lo apoyado que siempre estuvo por sus padres. Antes de convertirse en actor, José trató de ir a la universidad. Empezó dos carreras, pero las dos le defraudaron. Aquel joven no encontraba lo que quería ser ni en los pasillos ni en las aulas, así que, con el motor de “ser feliz”, que era lo único que quería su padre de él, probó suerte en varios trabajos (uno de ellos de modelo), hasta llegar a ser actor. Y hasta el día de hoy, en el que es uno de los intérpretes más valorados de su generación, con una carrera plagada de éxitos y, por qué no decirlo, uno de los hombres más atractivos de nuestro país.

 

Para Coronado, todo esto se trata de un juego, aunque juego muy serio. El actor ha conseguido que miles de espectadores estén contando las horas hasta el estreno de la nueva temporada de ‘El Príncipe’, la ficción que protagoniza junto a Álex González e Hiba Abouk. Y fue precisamente con ellos con los que se reunió para ver su entrevista. “Muy bien acompañado esperando el @viajandochester con @PepaBueno. Muchas gracias Pepa! Perdonadme las tonterías!”, comentó en Twitter.  Pues, precisamente, las tonterías no hicieron acto de aparición, lo que sí que lo hizo fue su película con Isabel Pantoja. “Yo, pipiolo de 30 años, me encuentro con 80 periodistas preguntándome por un beso. Fue un descoloque. Empecé a decir hay que jugar a lo que es la imagen y la comunicación mediática y cómo vendes tus historias y es lo que más miedo me dio", decía sobre aquel asunto que tantos titulares acaparó en su día tras su participación en ‘Yo soy esa’ junto a la tonadillera.

 

Confesó haber “tenido mucho morro“ y haber sido “un niñato gilipollas”, pero no se siente decepcionado con aquellas etapas. “No me arrepiento de nada por una sencilla razón y es que estoy aquí contigo, en un momento de mi vida personal y profesional, sobre todo profesional, fantástica, que hacen que no me arrepienta de nada”.

 

Él, que fue un verdadero buscavidas, que se sintió durante mucho tiempo un impostor, no se creía que tuviera talento para la interpretación. Y hoy lo tenemos aquí, con 77 títulos a sus espaldas entre series y películas, sin dejar de jugar y siendo el niño mimado, no sólo de su casa, sino también de la ficción española.

 

Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

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