Cada uno es libre de reinventarse las veces que quiera. Mirad a Madonna lo bien que se le da. A la reina madre del pop le ha salido una fuerte competidora en nuestro país con Janet Capdevila, que dio el salto a la fama eclesiástica con su participación en ‘Quiero ser monja’, se consolidó como colaboradora de ‘GH, Límite 48 horas’ y alcanza sus cotas más altas como concursante de 'Supervivientes 2017'. Eso sí que es cambiar de registro, Madonna y no pasar del look cowboy al militar…
Janet fue una de las participantes del reality religioso que más dudas levantó. No porque su comportamiento fuera diferente al del resto de aspirantes, no, sino porque se descubrió que la joven catalana antes de sentir ‘la llamada’, también la había sentido para ser modelo. Bueno, y ahora, como veis, también la ha sentido para ser experta en realities. En su caso la llamada proviene de Mediaset.
Con una apariencia que nada tiene que ver con los looks con colores neutros que nos obsequió tras su paso por ‘Quiero ser monja’, la nueva Janet se come los platós con su melenaza, labios rojos y looks rockeros. Es como contemplar el cambio de la 'Sandy buena' a 'Sandy mala' del personaje de Olivia Newton John en Grease. Y como buenos fans del musical, nos rechifla, para qué mentir.
Si seguisteis la historia de este grupo de ‘novicias’ dudosas, recordaréis que Janet tenía una hermana, Jaqui. Desde fuera, esta última parecía tener más vocación, por lo menos para ingresar en un coro, pues le pirraban los cánticos. La rubia, siempre se mostró algo más dispersa, y no fue ninguna sorpresa cuando decidió que no deseaba continuar con la carrera de religiosa.
Su pasado en agencias de modelos hizo sospechar de la veracidad de su historia, y tras presentarnos a la nueva versión de sí misma con esta frase: “Ahora soy aspirante a santa. Ya no le rezo a Dios, sino al tiempo. Así que 'keep calm’”, nos parece que los que nos merecemos el cielo somos nosotros, por crédulos.