Gonzalo Miró (44 años) se ha posicionado como un rostro habitual de la pequeña pantalla. Sabía lo que era la fama desde pequeño. Es el hijo de la fallecida cineasta Pilar Miró y en su círculo hay personalidades como Felipe González. Lo cierto es que no se puse frente los focos y las cámaras hasta 2006, cuando ya estaba estudiando las carreras de Ciencias Políticas y la de Comunicación Audiovisual. Debutó a lo grande. En una cadena nacional, como colaborador de 'Las mañanas de Cuatro'.
Se afianzó en la segunda cadena de Mediaset, donde dio el salto a 'Deportes Cuatro'. Ahí empezo a hablar de una de sus pasiones. Sus conocimientos y su desparpajo frente a la cámara provocaron que muchos se fijaran en él. Esto le ha llevado a colaborar con proyectos como 'Punto Pelota' o 'Futboleros'. Actualmente, se le puede ver en otros como 'El Chiringuito de Jugones' o 'La Goleada'.
La cosa no va solo de deportes. Gonzalo Miró también pide la palabra en tertulias políticas y del corazón. Es todo un polifacético. Como expuso Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal, en Lecturas, "pocas figuras del panorama mediático español han logrado mantener una presencia tan constante y reconocible como él". "No se trata de un personaje que busque la fama fácil, sino de alguien que ha ido construyendo, poco a poco, una marca personal basada en la autenticidad y la capacidad para comunicar con claridad y sin artificios", señalaba.
Para el experto en imagen y marca personal, el éxito de Miró radica en que "realmente no teme expresar lo que piensa". "Lo hace aunque eso le genere incomodidades o debates. No busca agradar a todo el mundo, sino conectar con quienes valoran la sinceridad y el respeto en la conversación", reflexionaba. Es precisamente esa actitud la que le ha permitido mantenerse fiel a sí mismo. "Lo ha conseguido en un sector donde es fácil perderse entre la presión de la opinión pública", añadía.
"Gonzalo no se presenta como un personaje inaccesible ni excesivamente formal", aseguraba. "Su estilo sencillo, casi desenfadado, lo hace cercano sin sacrificar la profesionalidad. Esa coherencia entre lo que dice y cómo se muestra fortalece su imagen, haciéndola creíble y sólida".
Cuando más ha mostrado ese carácter afable y más cercano ha sido en las cocinas de ‘MasterChef’. Participó en la versión celebrity en el año 2020. Llegó al programa sin saber hacer nada, ni un huevo frito. Se fijó un objetivo y trabajó para conseguirlo. "Me despertaba a las cuatro de la mañana soñando con tomates", contaba sobre la presión a la que estuvo sometido. El hijo de Pilar Miró fue el noveno expulsado de la edición tras no superar una de las pruebas más temidas. Hizo, sin mucha fortuna, bombones y trufas.
La verdadera pasión del comentarista
Lo que se le da todavía mejor, incluso más que comentar partidos de fútbol, es comer. Adora la gastronomía. En una entrevista en ‘Roqueando con…’ en La Roca (laSexta) confesó su plato preferido. Si solo pudiera comer una cosa durante toda su vida, Gonzalo Miró lo tiene muy claro. "Si solo pudiera comer una cosa, esa sería jamón de jabugo", dijo en el espacio donde colabora junto a Nuria Roca y Juan del Val. Otra muestra de su pasión por la comida es que el comentarista preferiría perder más el olfato que el gusto porque le encanta comer.
La drástica decisión que ha tomado Gonzalo Miró
Además, es un hombre que opta por llegar tarde una hora a hacerlo pronto y odia a los fascistas y el calor. Es de temperaturas gélidas, a ser posible. Ha trabajado duro para que el público le respete después de tantos años en pantalla. Pese a esto, ahora asegura que está en otra etapa de su vida muy distinta.
Bromea con convertirse en futbolista profesional (a ser posible del Atleti), pero, mientras tanto, se conforma con un cambio de rumbo profesional. Se ha pasado a los despachos para ejercer como director encargado de liderar Banijay Iberia Sports, la división deportiva lanzada por la compañía del mismo nombre.
"Es un honor formar parte de Banijay Iberia, compañía responsable de grandes éxitos del audiovisual y a la cabeza en innovación y creatividad. Comienzo este apasionante reto con mucha ilusión y con el objetivo de impulsar nuestro posicionamiento como referente en contenido deportivo, atrayendo nuevos talentos e historias originales", explicaba el propio Miró en la nota difundida por la empresa.
El trágico suceso que marcó su vida
Que sea un hombre exitoso e hijo de famosa, no significa que Gonzalo Miró lo haya tenido fácil. "La pérdida de su madre fue algo fulminante. Para él, fue algo impactante. Es un trauma del que nunca te levantas", aseguraba a Lecturas Lara Ferreiro. La psicóloga apuntaba que desconocer el nombre de su padre tuvo que ser también un trago muy difícil de superar. Con la muerte de Pilar Miró, la tutela de Gonzalo Miró quedó en manos del expresidente del Gobierno Felipe González.
La situación que vivió podría haberle provocado un síndrome del abandono: "Nunca se supo quién era su padre y su madre murió de forma repentina. Esa ausencia de forma inesperada puede hacer que tenga ese apego evitativo en la vida adulta. Que al final no te comprometes, tienes miedo a la intimidad... Entonces vas cambiando de una mujer a otra por miedo a otro golpe. Lo haces para no sufrir otra pérdida devastadora".
Lara Ferreiro, también autora del libro '¡Ni un capullo más!: El método definitivo para quererte y encontrar a tu pareja perfecta', apuntaba a que también podría sufrir de ansiedad social: "Él no se mete en cosas muy turbias, no quiere hablar de sus rupturas. Comenta cosas, pero siempre desde un lugar en el que intenta no hacer espectáculo ni rentabilizar su vida amorosa. Uno de los romances más sólidos que ha tenido fue el de Amaia Montero, mantuvieron un gran vínculo, o con Malú... y ninguna de ellas ha hablado mal de él. Esto es muy interesante. Esto indica que los procesos de ruptura los suele hacer bien".