GH DÚO: Sofía Suescun se derrumba con capítulo más duro de su vida y de la de su madre

Hundida y más pequeña que nunca, Sofía arrancó a llorar al recordar su infancia en la curva de la vida.

Actualizado a 06 de marzo de 2019, 05:01

Sofía, hundida

Ganadora de dos realities, Sofía Suescun prometió a Jorge Javier Vázquez que iba a contar algunos de los capítulos más importantes de su vida para que la audiencia la pudiera conocer mejor. La fama, dice, le ha creado "inseguridades", aunque siempre se ha apoyado en su madre, Maite Galdeano. Con ella vivió el capítulo más duro de su vida y reconoce que eso les hizo crear un vínculo muy especial.

Era una niña

"La imagen más dura que tengo en el cerebro es cuando tenía cinco años. Tuve que ver cómo mi madre iba arrastrada por el suelo y esta persona me llevó fuera de casa para que no viera lo que le pasaba a mi madre", se rompía.

Temió por la vida de su madre

"Mi madre estuvo a punto de morir y no sé lo que pasó en ese momento, pero gracias a Dios mi madre está hoy viva", dice. Desde entonces, se creó un vínculo muy especial entre ellas y se han hecho inseparables.

Un episodio traumático

"Me llevaron con mi madre a un centro de señoras maltratadas y es uno de los motivos por los que tengo una relación tan estrecha con mi madre", recordó. Aquel episodio tan traumático, comentó la hija de Maite Galdeano, "fue noticia en su momento".

Muy dolida

"Tengo una infancia distinta porque un juez me obligó a tener visitas con este señor despreciable los fines de semana y lo pasaba horroroso", añadía.

GH, su talón de Aquiles

Aunque es una gran concursante, Gran Hermano es también su talón de Aquiles y necesitó ayuda profesional para entender la fama. "Gran Hermano ma hecho que me exigiera mucho y que fuera más insegura",

Sofía Suescun es fuerte y es una ganadora nata, ha participado en dos realities y en el tercero ha ido a por todas. Sin embargo, cuando se ha tenido que enfrentar a la curva de la vida, se ha roto y ha contado a Jorge Javier cuál es el capítulo más complicado de su vida. Hundida y más pequeña que nunca, Sofía arrancó a llorar al recordar su infancia.

"La imagen más dura que tengo en el cerebro es cuando tenía cinco años. Tuve que ver cómo mi madre iba arrastrada por el suelo y esta persona me llevó fuera de casa para que no viera lo que le pasaba a mi madre", le contaba al presentador. "Y lo siento si me está escuchando pero que se joda", dijo.

Aquel día ha marcado un antes y un después en su vida. "Mi madre estuvo a punto de morir y no sé lo que pasó en ese momento, pero gracias a Dios mi madre está hoy viva", añadió. Desde entonces, son inseparables. "Se creó un vínculo muy grande en ese momento. Me llevaron con mi madre a un centro de señoras maltratadas y es uno de los motivos por los que tengo una relación tan estrecha con mi madre".