Del papel de Belén Rueda a la llegada de los novios en todoterreno: Entramos en la boda de cuento de Belén Écija y Jaime Sánchez en Menorca

¡Ya son marido y mujer! Después de seis años de relación, Belén Écija y Jaime Sánchez han puesto el broche de oro a su amor con una boda de cuento en Menorca. Una isla muy especial para la novia, ya que allí ha pasado los mejores momentos de su vida junto a su familia. 

La coqueta iglesia de Sant Climent, en Mahón, acogió el momento del 'sí, quiero', una ceremonia muy emotiva que supuso, además, el reencuentro público entre Belén Rueda y su ex marido, Daniel Écija, desde que se separaran allá por 2004. A su salida, los recién casados ponían rumbo a una exclusiva finca en la que dio comienzo una celebración al aire libre que se extendió hasta altas horas de la madrugada. 

Las redes sociales nos han permitido conocer un poco más de esta boda de cuento. Un día inolvidable no solo para los novios sino también para los cientos de invitados que les han acompañado. 

Belén Rueda, en un discreto segundo plano

Consciente de su peso mediático, Belén Rueda quiso ceder todo el protagonismo a la verdadera estrella del día: su hija Belén. La actriz, ilusionada y algo nerviosa, llegaba al templo intentando pasar desapercibida, pero fue imposible. 

Elegantísima, Belén Rueda eligió para la ocasión un vestido mostaza con falda tipo pareo y favorecedor escote en V que, a pesar de tratarse de una boda de tarde, acompañó de un original tocado en color rojo. Fiel a su estilo, recogió su melena rubia en una sencilla coleta que dejaba al descubierto todo el rostro.

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A la salida, fue la actriz quien estuvo pendiente de su hija en todo momento ayudándola a colocar el vestido en el interior del coche. Pletórica, la novia no dudaba en fundirse en un bonito abrazo con su madre. Símbolo de la unión que existe entre ellas. Pero la cosa no quedaba ahí... 

Lo que no se esperaba Belén Rueda es que su hija la sorprendiera en mitad de la cena. Tal y como se puede ver en la imagen, los novios eligieron a sus madres y a modo de agradecimiento las agasajaron con un bonito ramo de flores. Sin duda, uno de los momentos más emotivos del día. La actriz, muy emocionada, no dudó en fundirse en un sincero abrazo con su hija mayor.

El vestido de inspiración griega de Belén Écija

Fiel a su estilo, la novia aparecía radiante con un original vestido de inspiración griega plagado de capas. Una creación de la diseñadora Cristina Valenzuela, que ha sabido plasmar a la perfección los deseos de Belén en un diseño único y especial.

Belén estaba espectacular con este vestido tan original con escote asimétrico, una extensa cola y repleto de detalles cut out que le daban ese punto de frescura a este look nupcial. La falda fluida y los lazos caídos, que la novio se colocó a modo de chal por los brazos completaban el vestido. Sin velo, la novia presumió de melena salvaje decorando su cabello con trenzas y flores. No faltaba un ramo multicolor de flores silvestres.

Muy llamativa fue también la elección de sus zapatos, una especie de zapatos de ballet en color rosa empolvado con el que, quizás, ha querido hacer un guiño a su pasión por la danza.

Mucha comida, música en directo y regalos: Todos los detalles de la boda de Belén Écija y Jaime Sánchez

Ni Belén ni Jaime podían ocultar su felicidad. La pareja sorprendía a sus cientos de invitados con una llegada al cóctel de lo más explosiva: conduciendo un todoterreno. En la imagen se puede ver como la novia agita su ramo de flores mientras llama la atención de sus amigos. ¡Menudo momentazo!

La celebración estuvo amenizada en todo momento por música en directo, un cóctel en el que no faltó la sobrasada típica de la región, además de una deliciosa paella. Entre los invitados, llamó la atención la presencia de la pareja de influencers Tomás Páramo y María G de Jaime, la actriz Dafne Fernández, así como el actor Francis Lorenzo, amigo íntimo de Daniel Écija.

Tal y como hemos podido ver gracias a las redes sociales, Belén y Jaime han cuidado hasta el más mínimo detalle y no dudaban en agasajar a sus invitados con un par de menorquinas de la firma Pons, icónicas en la isla balear. Además, los allí presentes tuvieron la oportunidad de hacerse una acuarela a modo de recuerdo. ¡Vivan los novios!