Amamos a George Clooney, esto es así. Y envidiamos a Amal, la abogada casada con uno de los hombres más atractivos y románticos del universo. Y si la paternidad lo ha cambiado –el jamás imaginó ser padre–, en lo sentimental parece que sigue siendo el mismo hombre que ha enamorado a millones de personas en todo el planeta.
Y para celebrar que sigue tan enamorado de Amal Alamuddin como cuando se casó con ella en 2014 en Venecia, George y su esposa fueron a cenar a uno de los restaurantes más emblemáticos del Lago de Como, el Gatto Nero, donde por unos 80 euros por persona, se puede cenar y contemplar el fantástico anochecer en el lago, ya que goza de un impresionante mirador.
Cogidos de la mano, el actor americano y la abogada no sorprendieron con su llegada, ya que Clooney es un habitual del establecimiento. Enamorado del Lago de Como, el actor adquirió en 2002, por 12 millones de euros, una casa a orillas del lago, Villa Oleandra, que muchas veces ha querido vender porque se siente acosado por los paparazzi, pero que al final no se deshace de ella porque el lugar le fascina. Allí pasa todos los veranos con su familia, formada ahora por él, su mujer Amal, y los dos mellizos, un niño y una niña, que el pasado mes de junio cumplieron un año de vida.
George Clooney apareció totalmente recuperado del accidente de moto que sufrió el mes pasado en Cerdeña, donde por suerte solo sufrió una contusión en la rodilla, pese a la espectacularidad del choque de su moto con una furgoneta.
Amal, como es habitual en ella, lució espectacular con un vestido de rayas blancas y negras, asimétrico y con escote en V. Su larga melena, como siempre, la llevaba suelta. George, por su parte, optó por un traje de verano en color gris marengo y una camisa con finas rayas en rojo. Y nada de corbata, que estamos en verano.