Eurovisión 2025 ya tiene sus resultados finales, y lo cierto es que España no ha logrado el puesto que muchos esperaban. A pesar de la expectativa y la gran acogida previa, Melody (34 años) se ha tenido que conformar con una muy descafeinada posición 24 con su tema 'Esa diva'.
Con los únicos votos de Suecia, Azerbaiyán, Malta, Francia y Albania, España caía a lo más hondo de la tabla. Y es que Melody, ni siquiera ha contado con el apoyo del jurado profesional a pesar de su impecable actuación vocal. Una posición que, para qué engañarnos, nos sabe a poco...
Sabíamos que la victoria era prácticamente imposible, pero sí confiábamos en alcanzar un buen puesto porque la realidad es que la cantante andaluza estuvo impresionante sobre el escenario de Basilea. En Lecturas hemos querido abordar esta decepción con Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal y, además, seguidor confeso de Eurovisión.
"Al margen del resultado final si analizamos su paso por el certamen el efecto es mucho más rico e interesante. Eurovisión no es solo una competición musical, es un escaparate global, una plataforma de visibilidad inmensa y, sobre todo, una oportunidad para proyectar una identidad artística que deje huella. Y en eso, Melody ha cumplido con nota", ha manifestado el experto.
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Melody no se disfrazó para Eurovisión. No intentó ser una diva internacional al uso. Fue ella misma, con todo lo que eso conlleva, su historia, su evolución como artista y esa esencia que la hace única, icónica. Sabaté ha querido recalcar que a pesar de las presiones, la artista "no cedió a la tentación de internacionalizarse a la fuerza, ni de convertirse en un producto al gusto de Europa. Prefirió mantenerse fiel a su estilo. Esa autenticidad es, paradójicamente, lo que muchas veces termina dejando más huella que un resultado numérico".
Una narrativa valiente y arriesgada
Desde que fue elegida en el Benidorm Fest, Melody dejó claro que no iba a jugar a ser lo que no es. 'Esa diva' es una canción que celebra la autenticidad, la madurez y la fuerza desde el poderío. "No es un tema de fórmula eurovisiva tradicional. Y esa fue precisamente su apuesta: destacar no por lo que se añade, sino por lo que se quita. Por cantar, no por impresionar. Por ser, no por parecer. Eso se traduce en una elección valiente, pero también arriesgada", explica Sabaté.
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"En un certamen que premia muchas veces lo espectacular, destacar desde lo contenido es una estrategia que no siempre encuentra el favor del televoto o de ciertos jurados. Pero sí construye credibilidad y solidez a largo plazo", apunta sobre uno de los motivos que podrían haber afectado a Melody.
¿Por qué esa mala puntuación?
Pau Sabaté asegura que es muy difícil establecer una única causa, pero hay varios factores que probablemente influyeron. "El propio carácter de la canción, elegante, sí, pero quizás demasiado sutil en un festival donde la primera impresión es crucial. En un escenario donde compiten más de 20 países en apenas tres minutos cada uno, no siempre hay espacio para matices.
La propuesta fue sólida, pero quizás no lo suficientemente impactante para destacar en un año especialmente competitivo". Y por supuesto, también entran en juego esos factores impredecibles que siempre guarda Eurovisión. "Los gustos del jurado profesional, afinidades geográficas, votos vecinales… cuestiones que no siempre responden al mérito artístico o a la calidad interpretativa", expone.
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El gran triunfo de Melody más allá de Eurovisión
Al margen del mal resultado, para nuestro experto "Melody ha conseguido renovar su imagen pública y reposicionarse como una artista adulta, versátil y con criterio propio". No podemos obviar, que la cantante española "ha sido noticia en medios internacionales, ha generado conversación, ha acumulado millones de visualizaciones, y sobre todo, ha mostrado una imagen de profesionalidad, elegancia y autenticidad que hoy escasea. Eso, en términos de marca personal, es un éxito incuestionable".
A lo largo de su candidatura, Melody ha demostrado una gran inteligencia emocional en su forma de comunicar. Y eso también es reseñable. "Ha sabido conectar con el público no desde el personaje, sino desde la persona. Sus entrevistas, su manera de presentarse en los eventos promocionales y su presencia en redes sociales han sido naturales, transparentes y humanas. Este tipo de comunicación emocional no siempre genera votos instantáneos, pero sí construye una base sólida de confianza y credibilidad que dura mucho más que una noche", ha ensalzado.
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Como conclusión final, Pau Sabaté afirma que "Melody no ha logrado una posición alta en Eurovisión 2025, pero ha logrado algo que muchas veces es aún más difícil, salir del festival con una imagen reforzada, con un respeto ganado y con una identidad artística más clara que nunca".