Abandonado, vacío y triste. El silencio llena las estancias de Montealto, el hogar que fue refugio de Rocío Jurado hasta sus últimos días. Estancias llenas de recuerdos que, cuando se cumplen 16 años de su muerte, siguen buscando propietario. Lecturas ha tenido acceso en exclusiva a todas ellas. Que se vendiera fue el deseo de Rocío. Así lo dejó escrito en su testamento. No quería que el chalé de La Moraleja que todos conocían como Villa Jurado siguiera en la familia. Había que venderlo y repartir el dinero en cuatro partes, dos para José Fernando y Gloria Camila, entonces menores de edad, y dos para su hija mayor, Rocío Carrasco. Tras su prematura muerte, en 2006, Villa Jurado salió a la venta. La adquirió un inversor con la intención de reformarla para alquilarla por unos 18.000 euros mensuales, pero la crisis inmobiliaria de 2008 truncó sus planes.

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De nuevo en el mercado

El chalé jamás se reformó y en el año 2017, a causa de los impagos de su propietario, acabó saliendo a subasta pública. Se subastó por 3,8 millones de euros con una deuda de 2,9 millones con el banco. La puja quedó desierta y hoy, cuando se cumplen 16 años de la muerte de la cantante, la entidad bancaria, propietaria todavía del inmueble, la ha puesto a la venta a través de una inmobiliaria. Pide por ella 3,4 millones de euros.

Todas las fotos de cómo está ahora el chalet que fue el orgullo de Rocío Jurado, en exclusiva, en el nuevo número de Lecturas. ¡Corre a tu kiosco!

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