Juan Gabriel lo consideró “su consentido”, él, Juan Antonio Santaella, era solo un muchacho de 18 años cuando se convirtió en el pupilo de uno de los mayores artistas mexicanos, quien lo lanzó al estrellato e hizo que su vida diera un giro de 180 grados, pasando de ser un chico que solo actuaba en su barrio malagueño, a Jas Devael, una estrella.

Cuenta El Español que Juan Gabriel se quedó prendado de la voz de este malagueño nacido en Torremolinos cuando estaba visitando a su íntima amiga Isabel Pantoja. El mexicano alucinó con Juan Antonio, y una vez que este hubo cumplido los 18 años, le pidió que hiciera la maleta y se marchara a México. Allí le buscó un nombre artístico, y de la unión de su nombre y apellidos dio lugar a Jas, y además añadió eso de 'Devael', el Dios de los Bosques y Montañas.

Fue introducido a toda la comunidad artística mexicana, y el consentido de Juan Gabriel no solo tuvo un bautizo sobre los escenarios, sino ¡dos! En las dos ocasiones cantó a dúo con su padrino. Bajo su tutela aprendió todo lo que sabe sobre música, y ahora, sin ‘el Divo de Juárez’, Jas se siente más vacío que nunca. Han sido precisamente sus lamentos y sus palabras hacia su mentor las que han hecho que el malagueño sea tachado de oportunista por los fans de J.G., quienes no ven bien todas las intimidades que él está desvelando des las redes sociales. “De la única manera que te tengo y no dejo que te vayas de mi lado, es recordándote”, “me acostumbraste a vivir contigo, pero no me preparaste para vivir sin ti”, “un amigo es para siempre, un amor como tú es eterno. Te amé, te amo y te voy amar siempre. Tu consentido”. Así escribe en las redes sociales, declarando abiertamente todo lo que ha sentido por su maestro.

Tanto le dejó en vida Juan Gabriel, que no le importa si se ha acordado de él en su testamento. “Estoy más que agradecido con todo lo que me dio en vida, su amor, amistad, cariño… Hoy me siento huérfano, él sabía mis secretos, sabía de mi amor", informa El Español.