Ahora, sí que sí, han terminado las vacaciones. Pese a que todavía quede algún suertudo de los que se reservan sus días libres para septiembre y nos pone los dientes tan largos que incluso rascamos el suelo, la mayoría de los mortales no tenemos escapatoria. ¡Ha empezado el cole! Eso es ya evidencia de que lo bueno queda atrás. Mochilas, libros, carpetas y padres entregandísimos que llevan a sus pequeños hasta la misma puerta del centro. Pero, ¿tienen los famosos alguna manía en esos primeros días tan complicados? Parece que Sara Carbonero sí...

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Sara Carbonero

La periodista ha querido compartir con sus miles de seguidores esa pequeña manía que no puede quitarse de encima durante el primer día de colegio. Una costumbre que no solo le ocurre a ella, sino que les pasa a muchos padres. Tantas prisas, tantas cosas por hacer, tantos nervios para saber cómo lo han pasado que, claro, terminan dejándose llevar sin medir demasiado bien los tiempos. Es el ansia por volver a abrazarles después de tantas semanas de verano juntos. ¡Qué bonito!

Sí, yo también soy de las que llega media hora antes al cole a recoger a los niños el primer día de clase”, ha confesado la periodista a través de su perfil de instagram. ¡Pero bueno! Menos mal que la propia Sara se autorreconoce como “mami pesada”. Los pobres Martín y Lucas no saben lo que les espera. “Soy peor que los niños”, asegura también la pobre Sara en la puerta del colegio. “Solo el primer día”. ¡Menos mal!

Tanto Sara como Iker y los pequeños han disfrutado de uno de esos veranos que nunca se olvidan. Han estado en las fiestas de sus respectivos pueblos, se han marchado unos días a darse chapuzones a Menorca, han estado en el Algarve y hasta han tenido tiempo para pasar por Madrid unos días. Normal que, después de tanto ajetreo, cueste recuperar la rutina y organizar toda la casa para los primeros días de colegio.

Martín, que cumplirá cuatro años el próximo enero, es ya todo un hombrecito, mientras que al pequeño Lucas, de tan solo un añito, todavía le queda mucho antes de pisar por primera vez el colegio. Por mucho que Sara se preocupe y a pesar de que los primeros días suelen ser complicados -y muy lacrimógenos-, en cuanto se dé cuenta, ya solo querrán irse al patio a jugar con sus nuevos amigos. ¡Menudos son los niños!