Cayetano Rivera solo pedía una cosa para su boda: tener a su familia y unida, disfrutando del día más importante de su vida. Y como sus deseos son órdenes para sus hermanos, y no hay momento mejor para limar asperezas que una boda, ahí hemos tenido a Fran, Kiko y Julián Contreras Jr.

Los tres han llegado puntuales a la cita. El primero en desplazarse a la iglesia de Nuestra Señora de la Ascensión de Mairena de Alcor en Sevilla era Kiko. Llegaba antes de la hora prevista por los novios y lo hacía acompañado de un amigo, probablemente, la persona que le ayude en esa sesión de música que ofrecerá a los invitados. Sorprendía no verlo de la mano de Irene Rosales, con la que espera un niño para finales de año y con la que desea casarse en 2016. Kiko, como ya comentábamos, tendrá un papel muy importante en la boda de su hermano. Cayetano le había pedido que montara una de sus sesiones como DJ para animar a la gente llegada la hora de la fiesta, y él, encantado de hacer lo que sea por su hermano, pondrá algo de música en el baile. Ese será uno de sus regalos para los novios.

Minutos después, el que hacía su entrada era Julián, que ha sido acompañado por su padre, y quien, tan simpático como siempre, se arrepentía de no haber puesto atención al ‘dress-code’. La invitación especificaba claramente que ellos debían vestir chaqué y él lo ha hecho con un traje gris claro. Ooops. Eso sí, se lo ha tomado con humor y ha protagonizado una de las anécdotas de la jornada. “Es un día muy especial. Vengo a la boda de mi hermano, no a reencontrarme con nadie”, aclaraba a los medios que esperaban a los invitados. Cierto, su objetivo no era protagonizar el reencuentro del siglo, sino estar con su querido hermano compartiendo con él uno de los momentos claves de su vida. Imposible perdérselo.

Fran, el hermano mayor, llegaba el último y a la vez que Cayetano. Lucía la polémica chistera que llevó en su boda civil con Lourdes, y los dos estaban más que encantados de estar al lado del diestro en esta, su segunda boda. “¿Un consejo? Uhh, no me atrevo”, bromeaba el marido de Montes a la entrada de la iglesia. El torero se mostraba relajado y guardaba los ‘tips’ de marido para cuando su hermano se los pidiera en privado, además, tampoco ha querido restarle protagonismo a Cayetano recordando detalles de sus bodas, hoy toda la atención tenía que recaer en el otro.

Estos hermanos demuestran que, aunque no coman juntos todos los domingos, siempre están ahí cuando uno de ellos los necesita. Lo vimos hace unos meses con la grave cogida de Fran, cuando fueron a visitarlo todos y a estar a su lado en esos duros momentos, y lo vemos ahora, en un día de celebración y de festejo.