Ayer, la Iglesia de San Antón, en Madrid, reunía a multitud de rostros conocidos para dar el último adiós al torero Víctor Barrio, el joven maestro, de tan sólo 29 años, falleció el pasado 9 de julio en Teruel, a consecuencia de una fatídica cornada. Gente del mundo del toro, actores, políticos, y otras personalidades acudieron a la capilla, que se convirtió por un momento, en un templo taurino.

Artículo recomendado

La viuda del torero Victor Barrio, arropada en su gran dolor

DL u319126 010

El Padre Ángel, encargado de oficiar la misa, quiso demostrar su apoyo a la familia de torero para superar estos duros momentos, declarando que el matador, había entrado “por la Puerta Grande del Cielo”. Alrededor de las siete y media de la tarde, los primeros asistentes empezaban a llegar a la céntrica Iglesia madrileña, aunque, sin duda, la más esperada era la viuda del joven, Raquel Sanz.

Con gran semblante, y oscuras gafas de sol, Raquel llegó a la Iglesia de San Antón, donde recibió el cariño y apoyo de todos los asistentes. Una vez iniciada la ceremonia, la viuda, subió al altar, donde, quiso dedicar unas bonitas palabras al fallecido: "Hoy estamos aquí para recordar a Víctor Barrio, un gran torero que tantas tardes nos hizo disfrutar y nos emocionó. Y para recordar a Víctor, nuestro Víctor, ésa persona generosa, humilde, siempre con su sonrisa. Se nos ha ido, se me ha ido... Sé todas las cosas que tenía en su cabeza, todas las cosas que él quería hacer y por eso a nosotros nos toca ahora seguir su camino. Los que nos quedamos aquí tenemos la responsabilidad de que cada uno de nuestros días se recuerde lo grande que fue como torero y como persona. Queremos pediros el favor de que siempre tengáis presente su nombre. Él dio la vida por la Tauromaquia, su pasión; nos ha dejado el camino marcado, sigamos su estela", dijo.