Cristina Pedroche le presenta a sus padres a David Muñoz

9 de febrero de 2015, 13:16

Es uno de los nombres del momento y de estos primeros meses del 2015. Cristina Pedroche se está acostumbrando a ocupar gran parte de la información del mundo del corazón a raíz de su romance con el cocinero David Muñoz, con quien supimos que estaba saliendo desde mediados de enero, cuando la propia presentadora confirmaba a través de una fotografía en Instagram el idilio.

Hasta ahora habían dado buena cuenta de su pasión, fruto de los primeros días y de una ternura sin igual. Siempre que les veíamos caminar y hacer planes juntos no escatimaban en carantoñas, caricias ni besos. Incluso ella no ha tenido reparos en confesar públicamente que este comienzo de año estaba siendo especial porque había encontrado el amor y a alguien con quien compartir sus éxitos, alegrías y tristezas.

Sin embargo, lo que no había sucedido hasta ahora era la presentación formal con las familias. La primera en querer dar este paso tan importante ha sido Cristina Pedroche, que ha querido que su nuevo amor conozca a sus padres, lo que da una idea bastante clara de que lo suyo va en serio. El encuentro ha tenido lugar durante una merienda organizada en casa de sus padres en la tarde del domingo 8 de febrero.

Lo cierto es que el día fue bastante movidito para los dos. A primera hora de la mañana, los dos corrían por separado sendas maratones. Ambos han demostrado ser grandes deportistas y nunca pierden la ocasión de participar en eventos de este tipo. La colaboradora de ‘Zapeando’ se desplazó hasta Parla para realizar la carrera y ejercitar, de paso, su ya tonificado cuerpo.

Tras el ejercicio, vuelta a casa corriendo, ducha y acicalamiento, porque después la esperaba David sentado a bordo de un lujoso deportivo blanco para recogerla y llevarla a comer a un restaurante italiano, donde degustaron los placeres de la gastronomía del país mediterráneo.

Sin lugar a dudas, la pareja que han formado Cristina y David está siendo una de las más mediáticas del año y el amor que se profesan está más que comprobado. Si nada se tuerce, parece que aquí hay bastante futuro.