Caso Mario Biondo: todo sobre José María Abeza Rojo, el forense investigado que firmó su autopsia

La muerte del marido de Raquel Sánchez Silva vuelve a primer plano de actualidad debido a que el juez ha admitido a trámite la denuncia de los padres del joven

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La Audiencia Provincial de Madrid ha admitido a trámite la denuncia de Santina y Pippo, padres de Mario Biondo, marido de Raquel Sánchez Silva, que fue hallado muerto, en su casa, hará 6 años este 2019. Los padres del cámara fallecido creen que el forense que realizó la primera autopsia y el levantamiento del cadáver no hizo bien su trabajo y, por eso, reclaman que se abra una investigación al médico. Pero, ¿de quién se trata?

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El hombre que se encargó de esta primera autopsia fue José María Abeza Rojo, toda una eminencia en medicina criminalística. Los Biondo han encargado, de manera independiente, dos autopsias más a la Justicia italiana para probar que su hijo no se quitó la vida, sino que se la quitaron. En estos exámenes médicos se han encontrado indicios que pueden hacer pensar que el cámara fue asesinado.

Tal y como señala El Español, el forense patrio que se encargó de la primera autopsia firmó que se había examinado el cráneo, con su apertura correspondiente, pero esto, a juzgar por lo que dicen los médicos forenses que realizaron la segunda autopsia, no se produjo. Así, el “hematoma que se vio en el cerebro, pasó completamente inadvertido para el forense español”. Los abogados de los Biondo, junto a los peritos que contrataron, también creen que no se examinó el estómago, puesto que no quedó constancia de lo que había en su interior (restos de carne que el cámara habría ingerido), como sí documentaron los forenses italianos.

Abeza fue, en su día, Director del Instituto Anatómico Forense de Madrid, además de profesor asociado de la Universidad Complutense impartiendo clases de Medicina Legal, ha publicado en las revistas más prestigiosas y fue uno de los médicos que intervinieron en una de las mayores tragedias aéreas de nuestro país, el accidente de Spanair, que ocurrió en 2008, solo cinco años antes de que ocurriese la muerte de Mario.

Ahora los exsuegros de Raquel Sánchez Silva ponen en entredicho su profesionalidad. La justicia investigará el procedimiento que el médico llevó a cabo y si se saltó algunos de los pasos fundamentales de una autopsia.

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