Quedan dos días para que la reina Margarita de Dinamarca alcance sus 80 años, una fecha muy especial que, debido a la crisis sanitaria mundial provocada por el covid-19, no contará con los festejos que se anunciaron a comienzos de año. La celebración del aniversario será muy peculiar, en la que los ciudadanos daneses se han propuesto felicitarla cantando desde sus ventanas y balcones.

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Margarita de Dinamarca

Para celebrar el próximo 16 de abril la Casa Real de Dinamarca ha publicado esta mañana una de las pocas acciones que se han podido mantener con respecto al cumpleaños de la soberana: los primeros retratos oficiales realizados con motivo de esta fecha, que se completarán con otras instantáneas que se harán públicas entre mañana miércoles y el jueves.

Margarita, Federico y Christian de Dinamarca

Se trata de tres estampas familiares realizados el pasado invierno por el fotógrafo Per Morten Abrahamsen, en los que la reina Margarita aparece acompañada de su hijo, el heredero Federico, y su nieto, segundo en la línea de sucesión al trono, el príncipe Christian.

La monarca, protagonista absoluta de las imágenes, aparece con un llamativo estilismo en color morado que ha lucido en otras ocasiones, como durante una visita oficial a Roma. De líneas puras, manga larga y cuello cerrado, su elección deja que la vista vaya directamente al broche de diamantes que lleva prendido en la pechera.

Margarita, Federico y Christian de Dinamarca

La pieza, en forma de margarita, hace alusión a su propio nombre, pero también evoca a las dos generaciones anteriores de la Familia Real danesa que no aparecen en el retrato: a su madre, la reina Ingrid, que fue quien estrenó este broche el día de su boda con el entonces príncipe heredero Federico de Dinamarca en Estocolmo; y a su abuela, Margarita de Connaught, que era además la dueña de los diamantes con los que se confeccionó la joya que terminó regalándole a su hija.

Fue precisamente por su abuela el motivo de que la soberana fuera bautizada con el nombre de Margarita II de Dinamarca, quien estrenó el broche el día de su boda con el príncipe Henrik. Sin embargo, no fue hasta su 60º cumpleaños cuando la reina Ingrid se lo regaló.

Margarita, Federico y Christian de Dinamarca

"Hace diez años, cuando cumplí los 60, mi madre me regaló el broche de margarita, lo cual debo decir que fue muy emotivo. Es un broche que significa mucho para mí, primero porque fue de mi madre, y luego porque lo llevé en mi boda y porque me lo regaló por mi cumpleaños", recordaba la reina en su 70º aniversario.

Por su parte, los príncipes Federico y Christian lucen trajes de chaqueta azul marino y negro, respectivamente, con corbata estampada. Los dos royals posan muy relajados en las imágenes que muestran cómo el hijo mayor de Mary de Dinamarca y su esposo está casi tan alto como su padre.

[Fotografías: Det Danske Kongehus]