De distante a campechana: la 'Operación Letizia' se consolida para cambiar la imagen de la reina

30 de mayo de 2023, 07:19

“Durante casi veinte años hemos visto una Letizia de perfil bajo, tan silenciosa que parece indiferente, tan contenida que parece antipática”. La periodista Pilar Eyre describía así a la reina Letizia en las páginas de la revista Lecturas hace a penas un mes. No era casual que esta reflexión surgiese en los momentos en los que la proyección pública tanto de la reina como del rey Felipe se encuentra en un proceso imparable de cambio. Lejos queda aquella imagen de Letizia apartada de la Familia Real, tratando de mantener una compostura rígida que no hacía más que aislarla también de los ciudadanos. La 'Operación Letizia' se encuentra en su punto álgido. La reina -también sus hijas Leonor y Sofía- es el gran acervo que ha acumulado la monarquía. El as en la manga que lo sustenta todo. Y claro, toda renovarse a pasos de gigante.

Un selfie tomado desde el teléfono de la propia reina en la graduación de la princesa Leonor en Gales es la última manifestación de esta operación orquestada para mostrar una nueva Familia Real. Cuando todo el mundo pensaba que nunca veríamos fotografías del fin de curso de la princesa de Asturias en Gales, muy a consonancia del secretismo que ha marcado su estancia, todo cambiaba. No solo podíamos ver a los reyes y a sus hijas de forma distendida. Todo iba más allá. Gestos de complicidad, una serie de imágenes tomadas de forma espontánea y Letizia abrazada a la princesa y la infanta con orgullo materno. Una iniciativa más que aplaudido y que debería marcar el devenir de los próximos meses.

La reina Letizia sale de su guión

Ya son varios los momentos en los que Letizia ha sorprendido. La reina, en otro momento estoica y firme, ha dejado paso a una imagen más relajada y cercana. Una Letizia que ha perdido el miedo -o ha asumido las críticas- y se muestra natural o, al menos, estudiadamente natural. Así la podíamos ver durante la coronación del rey Carlos III saludando afablemente a los muchos periodistas y curiosos que esperaban su salida de la embajada. O cuando se daba cuenta de que una estudiante la grababa con su teléfono y no dudaba en saludarla de forma casi cómica. Letizia sabe que gusta.

La reina ya no duda en acercarse a todos aquellos que reclaman su presencia. Se hace fotos, comparte instantes y charla con los ciudadanos, aunque eso conlleve alguna que otra crítica a parte de su familia política. Son cada vez más habituales las imágenes que muestran a una reina más en la estela de Máxima de Holanda que de la reina Sofía. Nuevos aires para una nueva -o casi- monarquía. Y ahí es donde Letizia tiene el papel principal. Sin el peso institucional del rey y con la seguridad que le otorga el paso del tiempo y la firmeza ante los escándalos del rey emérito, Letizia vuela libre.

En poco tiempo hemos visto a la reina animando al rey mientras tocaba el cajón flamenco, llamando 'mami' a Paloma Rocasolano o apareciendo por sorpresa en el aniversario de 'Informe Semanal'. Fue, sin duda, esta intervención la que dejó claro que la reina había cambiado. Con su pasado comp periodista por bandera, Letizia elegía un programa clave para romper el cliché y volverse viral, una vez más, en las redes sociales.

El futuro de Letizia: más discursos y menos estilismos

Aunque cada uno de los looks que elige la reina para sus apariciones es analizado hasta el detalle, el foco cada vez se dirige más hacia el contenido y menos hacia el continente. Los últimos discursos de Letizia, hablando de salud mental o de la lucha contra el tabaquismo, han dejado huella. Su manejo del inglés y su perfeccionada dicción despiertan reacciones. Un objetivo que la reina se había marcado desde hacía tiempo. Sin renunciar a los mensajes que lanza con sus estilismos, Letizia aspira a ser mucho más que una reina consorte al estilo de su suegra.

La improvisación que tuvo que llevar a cabo este verano tras la indisposición de sus hijas Leonor y Sofía, leyendo el discurso que iba a pronunciar la princesa de Asturias, hacía que ganase más puntos. Casa Real tiene en la reina Letizia a su mejor arma para asegurar una institución no exenta de críticas. La reina se ha convertido en la favorita de la prensa extranjera y destaca por encima de otras monarquías. ¿Quién se acuerda ya de aquel episodio en la catedral de Palma? ¿O de los rifirrafes con Marie Chantal de Grecia? Incluso a esto ha sabido darle la vuelta.

El próximo gran reto de Letizia: su hija Leonor

Con todo, el futuro inmediato de la reina se presenta complicado. La princesa Leonor cumplirá la mayoría de edad dentro de pocos meses y es de esperar que su papel institucional crezca de forma exponencial. La princesa de Asturias, por fin, siendo princesa de Asturias. ¿Cómo gestionará Letizia este nuevo cambio? El afán con el que la reina ha protegido a sus hijas ha hecho que sean casi unas desconocidas para la opinión pública. Un misterio que toca empezar a descifrar.

Durante los años que Leonor ha pasado en Gales no hemos sabido prácticamente nada de ella. Tampoco queda claro si va a ocurrir lo mismo durante su formación militar. Eso sí, ya pasados los 18 años, Leonor comenzará a adquirir más peso y cumplir más compromisos. Un paso al frente que podría dejar a su madre en una posición algo más secundaria. La heredera al trono debe ser protagonista como ya lo son algunas de sus coetáneas europeas. Era la coronación de Carlos III un acto perfecto para este primer paso pero no ocurrió.

“¿Qué teme Letizia?”, se preguntaba Eyre en la revista Lecturas. Sea como fuere, es el momento de volver a cambiar. De la Operación Letizia al misterio Leonor. Los planes de Casa Real para el regreso de la princesa de Asturias deben estar más que cerrados. Falta ver cómo acabará articulándose todo. Y en esto, seguro que la reina tiene mucho que decir.