10 de septiembre de 2020, 13:55
Naruhito se proclama nuevo emperador de Japón
Cientos de invitados, entre los que se encontraban miembros de la realeza y dignatarios de todo el mundo, han sido testigos de una ceremonia histórica marcada por la tradición
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Naruhito de Japón llega a su ceremonia de entronización
Naruhito llegando a la ceremonia de proclamación de su entronización como emperador de Japón en el Palacio Imperial de Tokio. Para iniciar el acto, el mandatario ha asistido con un kimono blanco impoluto que después cambiaría por la túnica tradicional que únicamente puede llevar la figura del emperador.
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Salón de Estado del Palacio Imperial
La entronización ha tenido lugar en el magnífico Salón de Estado del Palacio Imperial, o Matsu No ma, un espacio de más de 350 metros con suelo de madera y paredes cubiertas de tela de hojas de Wakamatsu o pinos jóvenes. Allí Naruhito ha ascendido al trono luciendo el traje tradicional sokutai, de color naranja oscuro y que únicamente la figura del emperador puede utilizar. Por ello mismo, se trata de un atuendo que su padre llevó hace treinta años.
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'Takamikura', un trono de ocho toneladas
La sala alberga el trono, una majestuosa estructura de ocho toneladas de peso y seis metros y medio de altura, llamado Takamimura. Se trata del elemento más importante de la ceremonia, utilizado únicamente en los actos de entronización de los emperadores de Japón. Se complementa con un trono adyacente al del mandatario y más bajo que el suyo, designado a la emperatriz.
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Una túnica o 'Korozen no goho'
La vestimenta utilizada para la entronización es un traje tradicional que únicamente pueden utilizar los futuros emperadores en esta ceremonia. El diseño de la prenda se remonta al Siglo IX, y está realizada en un característico color naranja oscuro. Se acompaña de un tocado o Kanmuri, una pieza tradicional que tiene la función de coronar -literalmente- a Naruhito.
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La emperatriz Masako
Luciendo un juni hitoe, un exclusivo kimono compuesto por doce capas, la emperatriz Masako ha acompañado a su marido durante la ceremonia y ha subido al trono adyacente asignado para ella. Desde sus tronos, Naruhito y Masako han presenciado el momento más significativo del acto: el discurso del Primer Ministro que ha terminado con un Tennô Heika Banzai, lo que podríamos traducir a "¡Larga vida a su Alteza Imperial!", palabras que han sido acompañadas de vítores por parte de todos los asistentes.
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Un desfile pospuesto
Estaba previsto que, ya como emperador, Naruhito realizara junto a su esposa un recorrido en coche desde el Palacio Imperial a la residencia imperial de Akasaka para saludar a los japoneses que les esperaban por las calles de Tokio. Sin embargo, debido a la lluvia, este desfile se ha pospuesto al próximo 10 de noviembre. Como colofón final de este día tan importante para Japón esta noche tendrá lugar una cena para los miembros de la realeza, jefes de gobierno y de estado extranjeros, una cita que se complementará con una fiesta del té de agradecimiento para todos los asistentes.
El milenario Imperio de Japón ha vivido hoy un momento histórico que quedará guardado en la memoria de todos sus ciudadanos. Naruhito ha anunciado su proclamación a los dioses y a los ancestros de la familia como nuevo emperador, una ceremonia que ha tenido lugar en el Salón de Estado.
El acto de entronización, llamado Sokuirei Seiden no Gi, ha sufrido las inclemencias del tiempo y, a causa de la lluvia, no se han podido realizar la alineación prevista de oficiales con espadas y arcos, junto a músicos con tambores y gongs, que estaba prevista en el patio de entrada, decorado con banderas y lanzas.
El nuevo emperador ha estado acompañado por su mujer, la emperatriz Masako, además de por decenas de mandatarios, jefes de estado y otras figuras reales de más de 190 países. "Juro actuar según la constitución y cumplir mi responsabilidad como símbolo del Estado y de la unidad. Espero que Japón se desarrolle y contribuya a la amistad y paz en la comunidad internacional, y al bienestar y prosperidad de la humanidad a través de la sabiduría y constantes esfuerzos de las personas", ha rezado Naruhito en su discurso.
Este relevo del trono ha dado comienzo a la nueva era japonesa denominada Reiwa, que significa "hermosa armonía", una designación que por primera vez proviene de una obra literaria japonesa, Man'yōshū, la antología más antigua del país. Esta etapa sucede al periodo Heisei, que finalizó el pasado 1 de mayo cuando Naruhito de Japón recibió las insignias del poder imperial ante los miembros del Gobierno tras la abdicación del emperador Akihito, un hecho que no ocurría en el trono imperial desde hacía 200 años.
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