Máxima de Holanda reaparece por sorpresa desde sus vacaciones en Grecia con un vestidazo floral de 2.200 euros

Máxima de Holanda ha visitado una galería de arte en la isla de Spetses junto a sus hijas pequeñas con un vestido cargado de

Máxima de Holanda
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Rebeca Alonso

Redactora digital de Lecturas

Un mes después de dar comienzo a sus tradicionales vacaciones de verano en Grecia, Máxima de Holanda (52 años) ha sido vista en la inauguración de una galería de arte en la isla de Spetses. Gracias a las redes sociales hemos podido ver a la monarca acompañada por sus hijas Alexia y Ariane en un plan de carácter privado en la que nos ha deleitado con un lujoso look veraniego. 

En el vídeo, que no tardaba en hacerse viral en redes sociales, se puede ver a una animada Máxima mientras se abanica con lo que parece un panfleto. Pero si hay algo que ha captado nuestra atención ha sido el vestido que ha elegido para estar tarde de cultura en familia. La argentina ha estrenado un impresionante vestido de estampado floral en color naranja firmado por Dolce&Gabbana.

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Máxima de Holanda

Se trata de un vestido de largo midi con favorecedor escote cuadrado, cuerpo ajustado y falda de vuelo confeccionado en seda cuyo precio es de 2.250 euros. Un diseño de alta costura que realzaba su bronceado y es pura inspiración para invitadas de boda en verano y que Máxima ha incluido a su amplia lista de prendas de lujo.

Aunque la variedad de colores hace que a la hora de combinar las opciones se multipliquen, la monarca ha ido a lo seguro al llevarlo con cuñas de color negro y un veraniego bolso de rafia de asa corta que llevaba sobre el brazo.

Vestido Dolce&Gabbana
Dolce&Gabbana

Se espera que los reyes pongan fin a sus vacaciones de cara a la última semana de agosto cuando su hija Arianne de comienzo al Bachillerato en el UWC Atlantic College de Italia.

Grecia, el destino de vacaciones de Máxima de Holanda y Marie Chantal

Máxima de Holanda se enamoró de la isla de Spetses cuando viajó para la boda de Nicolás de Grecia y Tatiana Blatnik en 2010. Dos años más tarde, los reyes holandeses compraron por más de 4 millones de euros una mansión de fachada blanca con impresionantes vistas al mar Egeo que se ha convertido en su refugio de verano. 

Allí también hemos podido ver en las últimas semanas a buena parte de la familia real griega. Ni la reina Ana María ni sus hijos han querido saltarse esta tradición en el que es el primer verano tras la muerte de Constantino de Grecia el pasado mes de enero, un reencuentro familiar al que no ha faltado Marie Chantal ni ninguno de sus hijos y al que este año se ha sumado la infanta Cristina. La empresaria británica siente Grecia como su segundo hogar y es habitual que se dejen ver como un grupo de turistas más. 

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