No cabe duda de que la relación de Marta Luisa de Noruega no es del agrado de su familia, y así se ha hecho público después de que el rey Harald se planteara retirarle el título de princesa con motivo del descontento de los ciudadanos noruegos con respecto a las prácticas que Marta Luisa ha realizando de apoyo y promoción del ciclo de conferencias con ánimo de lucro que imparte su pareja.

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Marta Luisa de Noruega

Y así fue cómo la hermana de Haakon ha renunciado parcialmente a este tratamiento después de las polémicas causadas por la relación que mantiene con Durek Verret, un curandero o chamán al que ha acompañado a impartir sus charlas espirituales bajo el reclamo La princesa y el chamán.

En estas jornadas la pareja prometía a sus asistentes que conseguiría hacerles vivir "un viaje a través de los misterios de la vida" y enseñarles "cómo tener un contacto más profundo con tus poderes interiores y aumentar la consciencia para sacar tu verdadero yo, con independencia de en qué momento de tu vida te encuentres".

Ahora, el chamán vuelve a ser el centro de atención por la publicación del libro de autoayudaSpirit Hacking que, además de contar con el apoyo de su pareja, ha sido recomendado por personajes de la talla de Gwyneth Paltrow y Gerard Butler. Una noticia que en Noruega ha generado tanta controversia que la editorial encargada de publicarlo en el país de Marta Luisa ha decidido anular su lanzamiento.

"Nuestra conclusión es que el libro no debería haberse asumido -en el sentido de haber realizado su compra para editarlo- y no será publicado, por lo que el editor ha informado ya a los propietarios de los derechos", comunicaba la editorial Cappelen Damm. En palabras del responsable de la empresa, Knut Olav Ulvestad, no han sido conscientes de las controvertidas afirmaciones que se hacen sobre el cáncer y el estado de ánimo en esta publicación hasta que vio la luz en Estados Unidos. Fue en la reciente Feria del Libro de Frankfurt, en la que Noruega era el país invitado y a la que acudieron Haakon y Mette-Marit, cuando saltaron las alarmas que han hecho cambiar de opinión a la empresa que iba a afrontar la publicación.