El pasado 1 de julio Pablo de Grecia (58 años) y Marie-Chantal (56 años) celebraron el trigésimo aniversario de bodas. Lejos quedan para ellos aquellos años en los que reinaban en su país, ya que la polémica con la familia real helena ha estado muy presente durante mucho tiempo atrás. Tras la muerte de Constantino de Grecia, la corona debería haber pasado a manos de su hijo y su esposa pero Pablo y Marie-Chantal son los reyes sin corona del panorama de la realeza internacional.
En la propia Grecia cuentan con bastantes enemigos que no están de acuerdo en su regreso al país. Sin embargo, las últimas noticias parecen acercarlos cada vez más al lugar donde nacieron. No obstante, parece que el matrimonio tiene claras intenciones de regresar a Grecia, al menos así lo confirman muchos medios del país. Además, recientemente han celebrado su aniversario de bodas en una isla griega para tratar de hacerse con el favor de su pueblo que no están muy conformes con su posible regreso.
Indiferencia en Grecia
Desde la revista Lecturas hemos querido charlar con Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal, para que valore desde este punto de vista a la ‘reina’ griega. “Marie-Chantal Miller, esposa del príncipe heredero Pablo de Grecia, tiene el perfil perfecto para destacar en cualquier fotografía de la realeza europea, es elegante, tiene presencia y proviene de una familia acaudalada. Ha sabido construir una imagen muy cuidada y sofisticada, sin embargo, en el único lugar donde esa imagen parece no funcionar es en Grecia, el país con el que su título la vincula”, dice el experto.
No obstante, el experto en imagen tiene claro lo que provoca entre los griegos tras la aparición de esta posible vuelta. “Allí, la figura de Marie-Chantal genera indiferencia en el mejor de los casos, y rechazo en muchos otros. Es, para la mayoría de los griegos, una figura ajena. A pesar de su apellido y de su lugar en la dinastía, no representa nada esencial para el pueblo griego”, explica Sabaté sobre su imagen.
Además, ofrece los motivos de esta indiferencia. “Y eso tiene poco que ver con cuestiones de protocolo y mucho que ver con cómo se construye una conexión con la sociedad. A pesar de algunos gestos, como hablar griego o asistir a actos culturales vinculados a Grecia, su relación con el país parece superficial. Sus apariciones públicas están casi siempre mediadas por su entorno familiar o por eventos privados. Su exposición en redes sociales, centrada en una vida de privilegios, termina reforzando la percepción de distancia y desconexión. La imagen de una princesa posando en un yate o en una gala de moda no genera cercanía”, declara Pau.
Por otro lado, el experto señala la percepción como un elemento clave en estos casos. “En el terreno de la imagen pública, lo que cuenta no es lo que uno es o dice ser, sino lo que los demás entienden y sienten al respecto. Marie-Chantal puede tener buenas intenciones, pero no ha sabido construir un relato que dialogue con el presente griego. Su imagen, pensada para destacar en revistas y alfombras rojas, no tiene un correlato claro en la vida cotidiana del país al que dice pertenecer”, sentencia el experto.
La nueva era
En comparación con otras Casas Reales hay un factor determinante. “Mientras otras monarquías europeas han logrado modernizarse o al menos mantener cierto respeto institucional, la familia real griega es vista por muchos como un capítulo cerrado de la historia. Y Marie-Chantal no ha hecho demasiado por revertir esa percepción. Al contrario, a veces parece empeñada en sostener una imagen de realeza que ya no existe”, asegura Sabaté.
Tras haber analizado esta situación en profundidad, Pau Sabaté llega a una conclusión muy clara. “Su problema no es solo de origen ni de política, sino de marca personal. Hoy, una figura pública que quiere tener impacto debe construir una imagen coherente, cercana y creíble. La elegancia no basta. Si esa elegancia se percibe como vacía o alejada de las realidades del entorno, se convierte en un obstáculo más que en un valor”, reflexiona el experto.
Además, ha querido ofrecer un valioso consejo para poder cambiar esta situación. “Marie-Chantal aún está a tiempo de cambiar el rumbo. Pero para hacerlo necesita algo más que asesores o estilistas. Necesita entender que la imagen no se impone, se construye, se gana y se mantiene. Y para que una imagen tenga valor, debe estar en sintonía con la realidad del lugar al que se dirige”, advierte el experto.
Por ello, ha llegado a una conclusión sobre la opinión de los griegos de esta ‘reina’ sin corona. “Para la mayoría de los griegos, Marie-Chantal no representa nada esencial. Es una figura decorativa, educada, bien vestida y lejana. No hay rechazo, pero sí una indiferencia que, en términos de marca personal, es aún más difícil de revertir”, confiesa sobre lo que todavía le queda por hacer a la mujer de Pablo de Grecia si pretende regresar al país heleno.