Charlene de Mónaco, en el centro de la polémica: la prueba de ADN que la podría retener en Sudáfrica

Aunque desde que se conociera su infección, Charlene de Mónaco se ha empeñado en explicar una y otra vez a través de una gran cantidad de entrevistas que es la infección ORL lo que la obliga a permanecer en Sudáfrica, lo cierto es que hay quien piensa que los motivos son otros. 

Por ejemplo, la revista alemana Bunte aseguró en su portada de hace dos semanas que el distanciamiento físico entre la pareja se debía a que incluso estaban pensando en divorciarse. Algo que ella misma desmintió: “Alberto está siendo mi roca en estos momentos tan difíciles”.

Sin embargo, esta no es la única teoría que ha tomado fuerza en los últimos días. Ya hay quien apunta que la ausencia de Charlene de Mónaco tendría que ver con su marido, pero no por un posible divorcio, sino por una prueba de ADN a la que hará frente próximamente. El príncipe Alberto se enfrenta a una nueva demanda de paternidad de un joven de 15 años que supuestamente habría nacido fruto de una relación que el soberano mantuvo con una mujer brasileña en 2004, cuando entonces todavía era heredera.

Una demanda de paternidad que tendría que haberse resuelto en febrero, justo cuando Charlene de Mónaco dejó de aparecer en actos públicos en Mónaco. Sin embargo, según The Post, se tuvo que posponer hasta septiembre, lo que podría explicar que la sudafricana haya decidido permanecer en su país hasta octubre.

Teorías aparte, lo que está claro es que Charlene de Mónaco va a vivir un verano muy diferente al del año pasado, cuando vivieron unos grandes momentos en familia junto a sus dos hijos, los mellizos Jacques y Gabriella, en unos meses en los que se pudo ver a la pareja más cómplice y unida que nunca.