Continúa la investigación por la muerte de Natacha Jaitt. Un mensaje de audio que la exconcursante de ‘Gran Hermano’ envió a un amigo podría hacer que el caso tomase un nuevo rumbo. La prueba encontrada por los investigadores pone en entredicho el testimonio de Gonzalo Rigoni, el dueño de Xanadú, el salón de fiestas al que acudió Natacha antes de su muerte.
"El dueño del salón al que voy mañana me tuvo una hora hablando por teléfono, no puedo más", dijo Natacha en un mensaje de voz que envió a un amigo suyo un día antes de su muerte. La persona a la que la exconcursante de ‘Gran Hermano’ hacía referencia en el audio es Gonzalo Rigoni, el propietario del local en el que falleció. El audio se reprodujo en un programa de la televisión argentina.
El contenido del audio choca con la declaración que el empresario realizó ante la policía. En ella, Gonzalo Rigoni aseguró que en primer contacto que tuvo con Natacha se produjo cuando ella acudió al salón de eventos.
El abogado del dueño de Xanadú ha dicho en un programa de televisión argentino que desconocía que su cliente hubiese hablado con Natacha previamente: “Se conocieron por primera vez cuando Natacha llegó al local. Si hubiesen hablado Rigone me lo hubiese comentado. Específicamente me dijo que habló con Velaztiqui Duarte”, ha expresado el letrado quitándole credibilidad al audio.
Raúl Velaztiqui Duarte, el productor que llevó a Natacha a al salón de eventos en el que murió, habló de Rigoni al contar su versión de los hechos. "La estaba esperando para irnos cuando bajó Rigoni de la habitación y dijo que Natacha 'se quedó dormida'. Me llamó la atención. Entonces le mandé un mensaje y la llamé. Como no me contestaba, fui a buscarla”. Según el empresario, cuando entró en la habitación Natacha “estaba boca abajo, en bata, y fue Rigoni quien le dio la vuelta".
Alejandro Cipolla, abogado y amigo de Natacha Jaitt, dijo en el canal de televisión argentino TN que cree que hubo un complot para asesinar a la exconcursante de ‘Gran Hermano’. Al letrado le llamó la atención que Velaztiqui sustrajera el teléfono de la modelo, además de que se moviese justo por las zonas en las que había cámaras de seguridad que no funcionaban.