Así fue la boda de Kike Calleja y Raquel Abad hace 3 años: De las lágrimas de Terelu, a la lectura de Alejandra Rubio, pasando por las sorpresas para los novios

Tanto Carmen Borrego como Terelu, ambas muy amigas de los novios, ejercieron de testigos en el enlace. Terelu, además, dedicó unas palabras a los novios. Algo que, pese a lo que pueda parecer, la puso muy nerviosa.

"Si yo ya era un manojo de nervios, tuve la responsabilidad de hablar en público, algo que detesto", contaba entonces la propia Terelu, desde su blog en Lecturas. "Una cosa es hablar delante de una cámara y otra es ver las caras a quiénes les hablas. Eso me ha intimidado siempre. Ojalá mis palabras les hayan emocionado y divertido".
 

La expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, fue la persona encargada de oficiar la ceremonia. Por supuesto, en sus palabras también hubo espacio para el recuerdo a la madre del novio. "Elvira siempre te ha cuidado y está especialmente orgullosa de ver el hombre fantástico en el que te has convertido", dijo; a lo que Kike, con los ojos llenos de lágrimas, contestó dedicando un beso al cielo. Raquel, también muy emocionada, le secó las lágrimas con ternura

Raquel Abad, gallega, se trasladó momentáneamente hasta su tierra cuando los gaiteros empezaron a tocar sus instrumentos. Una sorpresa inolvidable que la novia vivió con mucha alegría. 

Raquel vistió para su boda una creación de María Baraza. Su madre, Maika, y su hermana, Leticia, le ayudaron a vestirse. Abad confesó entonces que "estaba mucho menos nerviosa de lo que pensaba que iba a estar".

Todos se vistieron para la ocasión. El novio lució un chaqué a medida de la firma Púgil Store, y Marta López, con esta creación coral, fue una de las invitadas mejor vestidas. Su modelo era de Sedka Novias. 

Tres años más tarde, ahora ha sido a ella a la que le ha tocado pasar por el altar y, por supuesto, estos buenos amigos tampoco han querido faltar.

Fue la gran boda de 'Sálvame', por lo que numerosos compañeros del programa en el que trabajaba Kike estuvieron invitados. 

"La vida sin pasión y sin entrega es poca vida", les escribía Terelu. "Soy una amiga coñazo, lo reconozco. Soy de esas que de repente llaman y dicen: “Estoy aburrida, me voy a tu casa”. Ellos siempre me responden: “Sí, claro, cariño, vente”. Soy también de las que llaman y preguntan: “¿Qué hacéis? Me apunto a esa cena”. Lo grandioso es tener la libertad y la confianza que tengo con ambos para poder decirlo y hacerlo. En eso soy una afortunada, y no solo con Kike y Raquel, porque también me sucede con otras parejas de amigos que forman parte de mi familia vital". Kike y Raquel siempre han estado ahí para sus amigos, por eso son siempre tan queridos.
 

Los invitados se lo pasaron en grande durante la fiesta, en la que no dejaron de bailar y de gritar eso de '¡viva los novios!'. Kike se cambió de chaleco a otro con estampado de paisley, aunque todavía le quedaba otro más con que sorprender a todos... 

"Conocí a Kike en un momento complicado de su vida hace ya casi diez años. Yo tenía las primeras secuelas de mi primer cáncer y él había sufrido una de las pérdidas más importantes que puedes experimentar en la vida, la de una madre. Eso nos ha unido de una forma especial. Siempre he dicho que Kike ha sido mi compañero de batalla, de cenas, de ocio, de diversión, de desconexión", contó Terelu, que acabó llorando en algún que otro momento de la boda.

Además de ejercer como testigo del enlace, Juan también regaló a los novios una emotiva canción a capella. Ese día, varias prejas habían querido contar con él en sus respectivas bodas, pero él se debía a estos buenos amigos de toda la vida

En esta fotografía junto a Kiko Matamoros, Marta López Álamo (que también se casaron ese año) y Terelu Campos, Kike nos deja ver su tercer chaleco. El más divertido de los tres y en el que se leía su nombre y el de su mujer junto a un corazón.