El pasado sábado, la casa de GH Revolution se levantaba con una noticia que dejaba a concursantes y a audiencia descolocados: José María era expulsado de manera fulminante por un comportamiento “intolerable”. El exconcursante no ha sido de los que ha pasado desapercibidos en Guadalix, pero ¿quién es realmente el expulsado? ¿Cuál era su vida antes de entrar al programa?

A falta de más detalles, el programa lo único que ha facilitado ha sido un comunicado colgado en redes el lunes 6 a medio día, que añade más información al inicial, cuando se le comunicó a José María su eliminación, así como la invitación a Carlota abandonar (de manera temporal) la casa de GH. El último comunicado reza así: “Tal y como anunció el programa el sábado pasado a través de su cuenta de Twitter, se ha expulsado a un concursante por un comportamiento que la productora ha considerado intolerable y que, por lo tanto, se ha puesto en conocimiento de la Guardia Civil. Permaneceremos atentos a los resultados de la investigación, y al esclarecimiento total de los hechos, respetando la intimidad de las personas afectadas”.

José María se ha convertido en uno de los personajes más buscados en Internet. Este joven murciano contó rápidamente con el respaldo de la audiencia que le escogió para que formara parte del reality, una experiencia que él ha calificado, ya desde fuera de la casa, como “su sueño”. El protagonista entró en GH lamiéndose las heridas de una aún reciente ruptura sentimental. El veinteañero había estado saliendo con una joven con la que llegó a convivir y con quien había roto hacía solo dos meses. Lo contó el mismo en su vídeo de presentación, donde también desveló que era horticultor. "Me dedico al campo. He plantado tomates, melones y ahora he hecho una fábrica de abono. Hace año y medio conocí a una chica y hace dos meses y poco me dejó".

Se definía como “una persona con don de gentes”, “un tipo de campo que nunca se ha peleado”, que se alimentaba a base de “chocolate, pan y las patatas fritas que yo me hago”.

La nota tierna en su vida la ponen sus sobrinas. Eran las protagonistas absolutas de sus redes sociales antes de ejercer como participante de Gran Hermano, donde les veíamos atiborrarse a galletas, hacerse selfies, dejarse peinar, y gritar a los cuatro vientos su cariño por las niñas.

Ahora, el sueño de entrar en GH parece haberse convertido en una pesadilla.