Antonia Dell'Atte reaparece tras desfigurarse la cara en un accidente: "Creo en los milagros"

El pasado fin de semana Antonia Dell’Atte nos daba un buen susto en Instagram al aparecer con un gran apósito en la barbilla. La modelo contaba entonces que había tenido un aparatoso accidente en la playa en el que, a causa de un tornado, una sombrilla le había impactado fuertemente en la cara. El golpe le ha roto la mandíbula, el labio y ha perdido varias piezas dentales. “Cómo puede cambiar tu vida de un día para otro… Pero una mano desde arriba que me quiere desvío la sombrilla que me vino como un misil por un tornado. Ha sido un milagro”, escribía en la red social.

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Antonia Dell’Atte sufre un accidente con una sombrilla en la playa

Horas después del susto inicial la cosa no ha ido a mejor y el camino hasta reconstruir toda su cara no será corto. En 'Sálvame' han podido hablar telefónicamente con la ex de Alessandro Lequio que, muy optimista a pesar del dolor y la evidente preocupación por cómo le quedará el rostro, ha comentado: "Yo creo en los milagros, vendré más fuerte que antes. La vida es maravillosa. Hemos sobrevivido al Covid y vamos a sobrevivir a todo", ha dicho la madre de Clemente Lequio con dificultades para hablar debido a los 80 puntos de sutura que tiene.

A pesar del daño, Antonia quiere ser optimisma y pensar en que todo podría haber sido peor. "La vida es maravillosa", ha dicho para quitarle hierro al asunto. Ahora le quedan muchas visitas médicas por delante hasta reconstruir su rostro empezando por la mandíbula y luego de sus dientes y sus labios. "Para un nuevo renacimiento, más fuerte que antes, yo creo en los milagros, creo en Dios y Dios me ama", ha comentado en Sálvame.

Convencida de que todo saldrá bien y su imagen no se verá muy afectada tras pasar por quirófano, la italiana está llena de fuerza: "Después de la tormenta siempre llega la calma", expresó en Instagram optimista y ya más tranquila tras lo sucedido. Kiko Matamoros se ha lamentado por lo sucedido asegurando que esta lesión, más allá de la preocupación de las secuelas estéticas que puedan quedar, provoca un enorme dolor físico.