Ana Obregón no falla a su hijo Álex Lequio y cumple su tradición por su cumpleaños

Al igual que hiciera en su cumpleaños número 28, Ana Obregón ha comprado la tarta favorita de Álex, le ha clavado dos velas correspondientes a la edad que cumpliría el empresario y la ha dirigido al cielo, esperando que un soplo de viento, enviado por Lequio, las apague.

Podemos imaginar el deseo que la actriz ha pedido. Un deseo que lleva más de un año pediendo. “Quizás nunca supe explicártelo bien, hijo mío, pero tú me diste la vida. Esta vida que daría ahora mismo por volver a abrazarte, aunque solo fuera una vez más “.

Hace justo una semana que veíamos a Ana Obregón regresar a la televisión y lo hacía acudiendo a ‘Mask Singer’, donde la vimos reír, disfrutar y, en definitiva, volver a ser aquella presentadora de eterna sonrisa que preguntaba a Ramón García qué se apostaba. Para su gran noche abandonó el negro que el acompaña desde hace más de un año, y se decantó por el blanco. Renovación, sí, pero también luto. Como ella misma explicó con su look para las últimas Campanadas, en algunas culturas, el blanco es sinónimo de luto.

“Naciste en la noche más mágica del año, la noche de San Juan, por eso iluminaste todo y a todos los que te rodeaban. Cuando soples las velas, el cielo brillará más que nunca. Mamá te cogerá con ternura de la mano y yo con amor infinito y eterno de la otra. Miraré hacia arriba intentando contener mis lágrimas rojas”.

Ana, en estas últimas semanas, también se ha enfrentado al duro trance de despedir a su madre. Ahora comparte su verano junto al otro hombre de su vida, su padre, al que, en esta época, se ha unido más que nunca.