Cualquier expulsión en ‘Supervivientes 2023’ a estas alturas es dolorosa. Desde el jueves pasado que conocimos el nombre de los cuatro nominados, sabíamos que perderíamos a un gran superviviente pero también a un gran concursante. Alma Bollo (23 años), Jonan Wiergo (25 años) y Bosco Martínez Bordiú (25 años) se la jugaban en la gala de este jueves. Finalmente, la audiencia ha decidido que Alma es la concursante que debe coger su saco, abandonar la palapa y regresar a España directamente.
Los nervios están a flor de piel para todos, ya que el final está muy cerca y todos, llegados a este punto, quieren formar parte de la final del reality que tendrá lugar el próximo 29 de junio. Sin embargo, la hermana de Manuel Cortés (28 años) no va a poder estar en aquella batalla final, ya que ha tenido que despedirse entre lágrimas de sus compañeros.
Bosco Martínez Bordiú, primer salvado
De los tres concursantes que llegaban nominados a este jueves tras la salvación el pasado martes de Artùr Dainese (32 años), el sobrino de Pocholo (60 años) ha sido el primero en librarse de la nominación. A algunos les ha sorprendido porque sus rivales eran muy fuertes y muy queridos por el público pero, con el paso de los días, Bosco se está convirtiendo en el concursante revelación del programa, no sólo por sus dotes de supervivencia sino también por la convivencia.
![Bosco, Alma y Jonan](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 675"%3E%3C/svg%3E)
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Bosco está demostrando ser el participante que todos querrían en su reality. Jamás se da por vencido en una prueba, ya sea de líder o de recompensa. Realiza todas las labores correspondientes a un superviviente y no suele entrar en muchos conflictos con sus compañeros. Además, en esta última semana ha sido protagonista de un acercamiento con Alexia Rivas (30 años), que había regresado a Honduras como ‘fantasma del pasado’.
Jonan y Alma enfrentados por la nominación
La contienda quedaba así entre los dos amigos íntimos. Se podía ver en sus caras la pena, ya que ninguno de los dos sabía que iba a poder alegrarse, pasase lo que pasase. La sevillana y el valenciano llegaban a esta nominación sin haberse separado en ningún momento del programa, cuando se cumplen ya más de tres meses desde el comienzo de la aventura.
Para los dos ha sido una semana complicada. La hija de Raquel Bollo (47 años) tuvo que enfrentarse al conocido puente de las emociones. En él la vimos romperse al recordar determinados aspectos de su infancia y, sobre todo, de la relación con su padre Chiquetete. Para el influencer tampoco están siendo sus mejores días. Sufrió un bajón que casi lo lleva al abandono, aunque acabó recapacitando y regresando al concurso.
La despedida de Alma Bollo
"Me he superado en muchos aspectos. He sido una muy buena superviviente. Me alegro de haber llegado hasta aquí y de haber conocido a la gente que he conodido. Jonan y Adara son familia para mí. Estoy muy agradecida a esta oportunidad", confesaba la sevillana antes de abandonar la isla.
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Además, Laura Madrueño (37 años) no quería dejar pasar la oportunidad de dedicarle también unas palabras. "Gracias por tu entrega, por no haberte faltado a ti misma, por haber sido alma. Queda tu nombre escrito en los Cayos Cochinos", le decía a la expulsada. Y Carlos Sobera (62 años) se unía al mensaje: "Tu participación ha sido colosal, te damos las gracias de corazón desde aquí y con este aplauso y en mayúsculas: GRACIAS".
Pero como viene siendo habitual, antes de abandonar Honduras el expulsado tiene que elegir a un compañero para darle una ventaja y a otro para un lastre. Para lo primero le ha costado decidirse entre sus dos amigos, pero ha acabado decantándose por Jonan. Para el lastre ha escogido a Artùr, ya que es con el que menos relación ha tenido. De hecho, el lastre ha sido su elección y hemos sabido que el modelo tiene el veto en las nominaciones, es decir, no puede nominar a no ser que consiga ser el líder.