Después de que Desi Rodríguez haya hecho público el detalle más trágico de su infancia tras ser apuñalada por su madre con tan solo 10 años, Alba Díaz ha dejado de piedra a todos sus seguidores de Instagram al relatar el acoso escolar que sufrió a consecuencia de la pasión tan fuerte que sentía por el mundo del fútbol. La hija de Vicky Martín Berrocal, desde que era muy pequeña, se ha considerado una gran fan de este deporte y el vídeo que ha compartido a través de sus 'stories' de Instagram no deja lugar a dudas: ¡era una estrella en potencia! Sin embargo, las feroces críticas que recibió por parte de sus compañeros de escuela tiraron por tierra todos sus sueños y ahora ha querido lanzar un potente mensaje dejando claro que ya no le afectan ese tipo de comentarios.
Alba Díaz siempre se ha considerado una mujer de armas tomar pero por aquellos tiempos no sabía que tenía tanto carácter en su interior. La influencer ha demostrado la maestría que tiene con el balón de fútbol y fue injustamente criticada ya que realizaba actividades que se desmarcaban de lo establecido y no eran de "chicas". La hija de Manuel Díaz 'El Cordobés' ha sacado fuerzas para relatar este nefasto momento que marcó su infancia y ha compartido una valiosa reflexión al respecto.
"De pequeña era una crack jugando al fútbol. Tenía futuro, jurado. Cuando vivía en Sevilla era la única niña del cole que jugaba al fútbol y que iba con sus Mercurial multitacos a todas partes, no me las quitaba ni para salir a comer, mi madre me quería matar. Mis compañeros se metían mucho conmigo porque no hacía cosas de "chica". Me mudé a Madrid y se repitió la historia, me llamaban de todo y me dejaban de lado por hacer lo que me gustaba y me llenaba a mí, no a ellos. En ese momento no tenía tanta personalidad y lo pasé fatal. Nunca se me olvidará. Me cortaron bastante las alas. Gracias a Dios sané", ha comenzado diciendo Alba Díaz asegurando que todos esos comentarios terminaron por provocarle un tremendo bajón anímico.
Además, no ha querido terminar su intervención en 'stories' sin pedir respeto, ya que no todo el mundo tiene los mismo intereses y cada uno es libre de hacer lo que realmente le gusta.
"Hay que tener mucho cuidado con lo que sale de nuestra boca y nuestros actos. Al final lo que vuestros hermanos/hijos/primos ven en casa es lo que hacen y dicen luego en el colegio. Respecto a cualquier tema en general. Hay que enseñarles a respetar a todo el mundo y a entender que no todos tenemos los mismo gustos y no significa que uno sea más o menos que el otro. A no juzgar o hacer sentir mal a los demás porque tengan diferentes hobbies o intereses. Me da miedo esta nueva generación, en serio. Escucho cada cosa...", ha zanjado mostrando una parte de su vida muy desconocida hasta ahora.