Tenemos culebrón Alba Carrillo-Feliciano López para largo, eso no cabe duda. Pero llegados a este punto en el que la vuelta de su amor se antoja imposible, desde la barrera no nos queda otra que observar cómo se comportan uno y el otro. El tenista, de momento, se mantiene en un segundo plano. Sin embargo, no puede decirse lo mismo de la modelo. Más allá de la entrevista remunerada que ofreció, Carrillo ha hecho limpieza de su cuenta de Instagram y, además de dejar de seguir a su ex, se ha ocupado de borrar todas y cada una de las imágenes en las que Feliciano aparecía. Hablando en plata: está tan dolida que no quiere verle ni en pintura.

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Asimismo, atendiendo a las imágenes de (falsa) felicidad que Carrillo cuelga en Instagram desde hace días, su hijo Lucas se ha convertido en su mejor aliado para disipar el mal de amores. “Lucas, brocha en mano, me prepara para el fin de semana! A ser todos muy felices!”, colgó la modelo en la red social en una simpática foto en la que se puede ver al pequeño (fruto de su anterior relación con Fonsi Nieto) dando rienda suelta a sus dotes de maquillador. Del mismo modo, ha compartido con sus 162.000 seguidores un mensaje de lo más optimista en los últimos días: “Soy la mujer con más suerte del mundo porque hoy mis manos duermen entrelazadas con alguien que me quiere y a quien amo con el alma y ese, no os engañéis, es el verdadero éxito en la vida: amar”. Se refiere a Lucas, claro está.

Cada uno supera las rupturas amorosas como puede, y Alba está claro que lo está haciendo no sólo con Lucas, sino también con sus amigos de toda la vida. Tal es así que ayer mismo colgó la siguiente imagen, en la que figuraba este texto: "Cuando conoces a tus amigos desde hace mas de 24 años es que pasan dos cosas : que te estas haciendo mayor y ,sobre todo, que tienes muy buenos amigos #osquiero".

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