Ana Rosa Quintana: Así fue 2010, el año que no dejó que el cáncer controlara su vida

En este año, la periodista fue diagnosticada, operada y posteriormente recibió sesiones de radio por un cáncer de pecho

Actualizado a 19 de octubre de 2018, 18:39

Ana Rosa, en 2010

Ese año le diagnosticaron cáncer y aunque ha reconocido abiertamente que fue "un disgusto" la enfermedad se la planteó de una manera fabulosa: no dejó que esto tomara las riendas de su vida ¡así se hace!

Se lo diagnosticaron en julio

Estaba de vacaciones cuando le dieron la mala noticia: tenía cáncer en estadio 1. Debían operarla de inmediato y, el 2 agosto, se produjo la intervención

Tras la intervención

Tras la operación, Ana Rosa, junto el resto de su familia, se trasladó a Sotogrande, donde pasan los veranos. La enfermedad no iba a paralizar sus planes. Eso sí, a sus hijos, que entonces tenían 6 años, no les dijo nada

Ese verano salió a navegar

Una de sus actividades preferidas cuando llegan los meses de descanso y así de feliz la vimos jugando con uno de sus mellizos

Una decisión valiente

Como no le tendrían que dar quimio, no se le caería el pelo. Por tanto, ella aprovechó esto para no compartir su lucha. Creyó que, de este modo defendía a sus hijos y a su madre, entonces muy mayor. También decidió que iba a vivir su vida con absoluta normalidad, "actuaba como si no tuviera cáncer", ha dicho en su programa

Rodeada de amigas

En Sotogrande aprovechó para descansar y para disfrutar de sus amigas. Tenía que cargar las pilas pues, a su vuelta, le esperaba el trabajo y las sesiones de radio

En 2010, 'El programa de AR' estaba de aniversario

Ana Rosa cumplía junto a su equipo 5 años repletos de éxitos. Esta celebración tuvo lugar en enero del 2010, nada más comenzado el año. Una celebración en la que estuvo hasta Ana Obregón vestida de Marilyn

Sus compañeros no sabían nada

"Cada día venía a trabajar, presentaba, me sentaba al lado de Joaquín y no sabía nada. No me cogí ni un día de baja"

Calendario solidario

Con el final de la radio, todo el programa participó en un calendario en el que ella derrochó glamour. Así quería dejar atrás el año que pudo cambiar su vida pero que ella no lo permitió

Quintana, glamourosa

Ana Rosa posaba así de glamourosa ante la cámara del fotógrafo para su calendario. Una manera de divertirse, ponerse guapa y olvidarse, por un ratito, de los problemas ¡no hay nada más saludable!

Pidiendo para la Cruz Roja

En octubre, Ana Rosa, hucha en mano, pidió para las mujeres en riesgo de exclusión social como rostro de Cruz Roja

"Tenemos que divertirnos"

"Les digo a las mujeres de España que se enfrentan a esta enfermedad que no tengan miedo, que tenemos unos médicos maravillosos, que se hagan revisiones, que sigamos con nuestras vidas, nuestros trabajos, nuestros hijos, salir, divertirnos... vivir. Cualquiera de nosotros, en un momento de nuestras vidas nos vamos a topar con un cáncer, es una enfermedad más", ha contado. Aquí la tenemos con una de sus mejores amigas, Cristina Tárrega

Juan, su apoyo

Juan fue su confesor. Él estuvo junto a ella en los momentos de mayor miedo y, juntos, no permitieron que los sentimientos más oscuros ganasen la partida

Despidiendo el año

Despidió el año rodeada de amigos, colaboradores y compañeros que festejaron el fin del 2010, el año decisivo de AR

Y en 2011 ganó un TP

Por el estupendo trabajo que había hecho a lo largo del 2010. Ana Rosa no dejó que el cáncer ganar la partida, ni si quiera se adueñara de su feliz rutina

En julio del 2010, ha desvelado, Ana Rosa Quintana era diagnosticada de un cáncer de mama en estadio uno. Apenas unas semanas más tarde, la operaban para retirarle el tejido canceroso. En septiembre, con su reincorporación a su programa, llegarían las sesiones de radio. Todo este proceso lo realizó con una única máxima: que el cáncer no paralizara su vida. Y no lo hizo.

Ana Rosa, en su importante revelación a la audiencia de su programa, les ha contado que pasó la enfermedad y que, actualmente, está curada. Además de hacer hincapié en la importancia de realizarse revisiones periódicas, ha dado un consejo a aquellos que se topan con la enfermedad: continuar con su vida como si nada. Ella fue lo hizo. Tenía una enfermedad, sí, y se trataría para vencerla, pero seguiría adelante con los mismos planes que hacía hasta entonces. Esto incluía: jugar con sus hijos, que entonces tenían 6 años, viajar, quedar con amigas, trabajar, aprovechar cada oportunidad para disfrutar junto a su marido, que fue su mejor apoyo… todo con absoluta normalidad, y fue precisamente eso su tabla de salvación; por eso ahora es su mejor recomendación.

A la hora de enfrentarse a una enfermedad de estas características es importantísimo mantener un estado anímico lo más alto posible y esto se consigue, en parte, no cediendo ante el miedo que puede provocar el diagnóstico del cáncer.