15 cosas que debes saber para entender la ceremonia de proclamación

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La inminente proclamación de Felipe VI es una situación que, por insólita en nuestro país, está levantando muchos interrogantes. Este relevo en la corona de España, motivado por la abdicación que don Juan Carlos hizo pública el pasado 2 de junio, está obligando a las instituciones a improvisar a marchas forzadas un ritual casi desconocido en nuestra historia.

- ¿Proclamación o coronación? Por coronación entendemos aquel ritual, en el que, para consagrar a un rey o reina, se coloca una corona sobre su cabeza. En España esto no sucede así. Felipe VI será proclamado por las Cortes.

- En la ceremonia de proclamación sí que habrá una corona presente, pero esta no se diseñó para ser portada, y se mantendrá al margen, con una función simbólica. La corona que se utilizará en la ceremonia tiene un valor aproximado de 1200 €. Pura bisutería si se compara con la corona real británica, en la que figura el Koh-i-Noor, el diamante más grande del mundo y de un valor incalculable. La corona data de 1766. Se la conoce como corona tumular porque su función fue siempre la de conmemorar el funeral de los reyes y sus consortes. Cuando Isabel II juró la Constitución de 1837, la corona encontró su nueva función.

- No se ha visto a ningún monarca español con la corona puesta desde la época de Carlos I. En los cuadros se les suele representar con la corona apartada en un cojín o en un soporte, manteniendo esa función simbólica.

- A la corona le acompaña un cetro de mando, de la época de Felipe II. El cetro tiene rubíes y cristales de roca engarzados, y está confeccionado en oro.

- Las joyas de la corona española se componen tan sólo de esta corona tumular, este cetro de mando y un crucifijo de plata que proviene del Congreso de los Diputados. Parece un tesoro escaso si se compara con otras monarquías europeas. Las alhajas que habían pertenecido a los Borbones desaparecieron tras la Guerra de Independencia. Nunca se ha podido probar, pero se sospecha que el valido de Carlos IV, Manuel de Godoy, y su esposa las robaron y las sacaron del país.

- Antes de la proclamación del nuevo rey, don Juan Carlos le impondrá a su hijo el Fajín de Capitán General a Su Majestad el Rey Felipe VI en el Palacio de la Zarzuela. Un fajín de seda de color rojo. Igualmente le cederá el sable y el bastón de mando.

- A su llegada al Congreso de los Diputados, un batallón de honores que conformarán la escuadra de gastadores, bandera, banda y música y los tres ejércitos le rendirán los honores con el himno nacional en la Carrera de San Gerónimo. Don Felipe pasará revista y realizará los saludos en la Puerta de los Leones.

- Mientras que el rey don Juan Carlos hizo su juramento por Dios y ante los Evangelios, Felipe de Borbón lo hará ante un ejemplar de la Constitución Española abierta por la página en la que se habla de la corona. Para ello se utilizará un facsímil de un ejemplar histórico de la Constitución Española de 1978, firmado por el Rey Juan Carlos I.

- Don Juan Carlos no asistirá a la proclamación. Sí lo harán doña Letizia, las infantas Leonor y Sofía, la reina doña Sofía,  Elena de Borbón y las infantas Pilar y Margarita, hermanas de don Juan Carlos, que seguirán la ceremonia desde la tribuna del Congreso.

- La pequeña Leonor, en el momento en el que su padre sea proclamado Felipe VI, pasará a ser la Princesa de Asturias y la heredera al trono. Cuando cumpla los 18 años, tendrá que jurar la Constitución en las Cortes, al igual que hizo Felipe cuando alcanzó la mayoría de edad.

- Don Juan Carlos no se ha reservado ningún título nobiliario. Se le seguirá denominando rey, aunque perderá el cardinal que siempre ha acompañado a su nombre. Ya no será Juan Carlos I, sólo Juan Carlos.

- Se espera que Felipe VI acuda a la proclamación ataviado con el uniforme de capitán general del Ejército de Tierra, compuesto por una guerrera (chaqueta) azul con tirilla y puños blancos, pantalón azul, zapatos y calcetines negros, guantes blancos, gorra de plato azul, el fajín de Capitán General y las condecoraciones.

- A la proclamación no le seguirá una misa, como sí ocurrió en 1975, ni tampoco un banquete. Al contrario, se espera una ceremonia austera y sobria, aunque sí que habrá un desfile militar que los nuevos reyes seguirán desde la escalinata del Congreso. Tras el desfile, Felipe y Letizia, ya convertidos en rey y reina, recorrerán en coche las calles de Madrid.

- No acudirán mandatarios extranjeros. Se ha dicho que no cabrían en las tribunas de la Cámara Baja. Los que estén en el estrado en el momento de la proclamación, deben llevar chaqué. A los parlamentarios se les ha aconsejado vestir de oscuro.

- Letizia, que ha confiado de nuevo en Felipe Varela, vestirá de largo, pero siempre procurando mantener un discreto segundo plano, puesto que el protagonista del día será Felipe. Las niñas lo harán con un vestido corto, pero solemne.

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