Irene llegó al restaurante de 'First Dates' convencida de que los flechazos no existen. "Yo creía que el amor era para toda la vida, pero va a ser que no, que me voy a tener que quitar eso ya de la cabeza", confiesa a las cámaras del programa. Tiene 41 años y está separada. Su relación anterior no salió bien y cree que se debe a su actitud. "Voy a dejar de ser monja y dedicarme a buscar amor", asegura. Sin embargo, la cita estaba llena de mensajes positivos. El primer de Matías Roure (40 años), que le dijo que se iba a enamorar; el segundo, los registros akáshicos, que ya le habían hablado de Javier, su cita. Pero, ¿qué es eso de los registros akáshicos?

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"A mí me abrieron registros akáshicos y me hablaron de un Javi", comentó Irene a Elsa Anka (57 años). La presentadora estaba algo sorprendida. No sabía de que hablaba y lo achacó a algo mágico o místico. "Es algo muy argentino", dijo antes de preguntar a Matías si él sabía de qué hablaba. "Es una forma de abrir tu historia kármica. Eso te ayuda a entender en ese momento de tu vida qué es lo que puede pasar y me hablaron de un Javier. Lo prometo", relató a cámara. "Entonces te hablaron de un Javier y a lo mejor es este", dijo emocionada Elsa.

Según la antroposofía es el 'Libro de la vida' que contiene el conocimiento presente, pasado y futuro. Según la tradición hindú, son los archivos de las memorias del alma. 'Akáshico' viene de la palabra ākāśa (akasha), término del antiguo idioma sánscrito de la India. Se utiliza para nombrar alma, espacio, cielo o éter. Se dice que no habla de un espacio físico, sino de un enérgico en el que se almacena la historia de toda la existencia, ya que sostiene que todos los seres vivos tienen su propio registro. El de los seres humanos es individual, mientras que el de las plantas, los animales y los minerales es grupal.

First Dates
Mediaset España

20 años sin una cita

Irene quería confiar en los registros. Quería que apareciera su salvador. Estaba convencida de que el amor era para toda la vida. De hecho, estuvo con el que fue su marido desde los 18 años hasta los 40. "La crisis de los 40, que no la supera nadie", expuso. El detonante fue una mudanza a Italia. "Desde que llegamos solo tuvimos complicaciones y de un día para otro me dijo de un día para otro que se quería separar", relató. Ahora, en el restautante de 'First Dates' buscaba a una persona alegra, empática y positiva. Javier utilizó justo esas tres palabras para describirse.

La primera impresión fue buena, aunque en la cita hubo nervios. Irene llevaba 20 años sin tener una cita, que no fuera con el que aún es su marido. "Estamos en proceso de separarnos", puntualizó. Javier, por su parte, sí qeu había tenido alguna que otra. Su situación es similar, incluso tienen a sus hijos durante los mismos días del mes: en la segunda quincena. No buscaban nada serio, pero sí estan abiertos a conocer el amor. "Me ha gustado mucho", reconoció él a las cámaras de 'First Dates'.

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Siguieron hablando y buscando los gustos en común. Incluso se atrevieron a hablar en qué pensarían sus hijos si tendrían una nueva pareja. "A mí mi hija me ha dicho que me echa de casa", comentó Irene. Pero Javier tenía la solución. "Eso nos vamos un día de pesca y lo hablamos con los tres", respondió. Invitó Irene para que Javier tuviera la excusa de devolverle la invitación. Llegaron a la conclusión de que le había faltado tiempo y se dijeron 'sí' a una segunda cita.