Una noche más, 'First Dates' ha abierto sus puertas para dar una nueva oportunidad a solteros que no han tenido mucha suerte en el amor. Ilusionados y dispuestos a encontrar a esa persona que les haga feliz, en ocasiones, no siempre tienen en el dating show la cita que esperan. La organización del programa de Cuatro hace todo lo posible para emparejar a los comensales con personas con las que más podrían encajar, pero no siempre aciertan. En el caso de Judith y Beth han pensado que los polos opuestos se iban a atraer, pero no ha sido así.
Judith (41 años), madre a tiempo completo de tres hijos y camarera en verano, ha llegado a ‘First Dates’ con la intención de encontrar a una mujer sincera y con las cosas claras. De eso va sobrada Beth (43), comercial farmacéutica de profesión. De hecho, no ha dudado en decirle todo lo que piensa a la cara. Lo que sí ha hecho ha sido guardarse el insulto que le ha dedicado para las cámaras del programa de Cuatro.
No se han gustado físicamente, pero tampoco han coincidido en la forma de pensar ni de ver la vida. A Beth le ha horrorizado que su cita haya tenido tres hijos con dos hombres diferentes, sabiendo que le gustaban las mujeres. Sin escuchar la explicación, la ha juzgado desde el principio.
La peor parte de la cena ha llegado cuando la camarera le ha cantado una canción en mitad del restaurante. Con cara de incredulidad y asco, Beth ha comentado a las cámaras de ‘First Dates’ que estaba haciendo el ridículo: "Casi se me cae el cielo encima. Esto es lo que yo veo en la tele y pienso: ‘¿Qué haces, subnormal?’. Perdón por lo de subnormal, pero ¿qué haces?, ¿qué es lo que estás haciendo? ¿no ves que estás haciendo el ridículo? Ella misma se habrá dado cuenta que estaba haciendo el ridículo".
La cosa no ha ido a mejor. Sobre todo después de que Judith le ha preguntado por la "plandemia". Teniendo en cuenta que Beth encima ha sufrido las consecuencias del Covid en su cuerpo, no ha entendido como su cita ha dicho que todo es una mentira. Aun así, ya cansada y harta de la conversación, le ha seguido el rollo. "Pienso lo mismo", le ha asegurado.
Al final de la cita, Beth se ha mostrado de lo más sincera con su cita y le ha espetado a la cara que no le gustaba en absoluto su forma de vestir. "Pero eso no es un escote, es ir casi sin nada", ha añadido después. Es lógico que después de esta cena, ambas se hayan ido cada una por su lado.